Bolivia ignorada en la conferencia del clima


Arraigada a la Pacha Mama y los derechos indí­genas, Bolivia se opuso frontalmente a los acuerdos aprobados el sábado en la cumbre de la ONU sobre el clima, en Cancún (México), pero fue ignorada por los otros paí­ses en su defensa de mayores esfuerzos por defender a la tierra.


«Nosotros somos representantes de un paí­s pequeño pero un paí­s que tiene principios, que no vende su soberaní­a, que habla por los pueblos del mundo, y por eso no estamos de acuerdo con esta decisión», declaró el negociador boliviano, Pablo Solón, alegando que los acuerdos de Cancún no responden a la necesidades de la lucha contra el calentamiento global.

Pero las plenarias adoptaron los documentos logrados tras dos semanas de arduas negociaciones. Aplausos y ovaciones siguieron a cada votación, mostrando la emoción de los 193 negociadores por alcanzar un acuerdo, superando el fantasma de Copenhague, a expensas de aceptar compromisos que muchos reconocieron «insuficientes».

El presidente Evo Morales, indí­gena aymara que defiende los derechos de la madre tierra, llevó el jueves a los negociadores del clima en Cancún las 15 conclusiones de la «Conferencia de los Pueblos y los Derechos de la Pacha Mama» celebrada en abril en Cochabamba, que reunió a organizaciones sociales e indí­genas.

El llamado «Acuerdo de los Pueblos» pide el compromiso de los paí­ses para recortar en 50% las emisiones de carbono y limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1º C en el siglo, ambiciosí­simas metas que están muy lejos de las aprobadas en Cancún.

Bolivia tampoco consiguió ver aprobadas las propuestas de crear un Tribunal Internacional de Justicia Climática para juzgar a los paí­ses desarrollados que incumplan sus compromisos contra el cambio climático, ni una carta de los derechos de la tierra.

«Tenemos que entender que la naturaleza es nuestro hogar, que la tierra es nuestra vida. Por tanto, tenemos la obligación de asumir la defensa de la madre tierra, que tiene sus derechos», entre estos, a una «vida limpia sin contaminación y a regenerar su biodiversidad», explicó Morales.

«Muere el capitalismo o muere la madre tierra», aseveró Morales en Cancún.

A pedido de Bolivia, los acuerdos aprobados por la conferencia de la ONU añaden un capí­tulo que llama a los paí­ses a respetar los derechos humanos en todas las acciones de gobierno relacionadas al cambio climático, y también se acoge el respeto y consulta a los indí­genas para acciones en sus territorios.

Los acuerdos aprobados establecen la creación de un multimillonario fondo verde que ayudará a los paí­ses pobres a enfrentar el calentamiento global, en tanto se mantuvo la expectativa de renovar el Protocolo de Kioto que obliga a los paí­ses ricos a recortar sus emisiones, y lanzó un mecanismo para apoyar financieramente a los paí­ses que combatan la deforestación.

Bolivia, con Cuba y Venezuela, entre otros paí­ses, rechazaron en 2009 el acuerdo de Copenhague porque fue negociado por un grupo de paí­ses poderosos.