El libro aborda los abusos sexuales en la infancia desde la óptica, a veces descarnada, de quien pasó por esta traumática experiencia en su niñez. El autor analiza con detenimiento las consecuencias del abuso; unas secuelas que condicionan la vida de los supervivientes hasta llevarlos al alcoholismo, la prostitución, la ludopatía, la bulimia… o el suicidio. Aparecen testimonios reales, emotivos, que muestran una amplia gama, tanto de agresores y su relación con las víctimas, como de supervivientes y su manera de afrontar el abuso. Se trata de una obra dura y sin concesiones, como no puede ser de otra forma, pero también optimista. Una obra que abre los ojos a una realidad sobre la que pesa un gran desconocimiento y que supone uno de los últimos tabús de esta sociedad a menudo indiferente.