Ejército nepalí­ condena informe de origen del cólera


El ejército de Nepal condenó firmemente hoy el informe que atribuye a los cascos azules nepalí­es de la Misión de la ONU en Haití­ la propagación de la epidemia de cólera que mató a más de 2 mil personas, asegurando que no hay ninguna prueba que sostenga tal afirmación.


La ví­spera, la ONU afirmó asimismo en Nueva York que no existe ninguna «prueba concluyente» de que el foco inicial de la epidemia de cólera en Haití­ haya sido un campamento de soldados nepalí­es, como lo afirma el informe de un epidemiólogo entregado al ministerio francés de Relaciones Exteriores.

Ramindra Chhetri, portavoz del ejército nepalí­, afirmó que dicho informe no contiene ninguna prueba de la implicación directa de las tropas nepalí­es.

«Es una conclusión hipotética y nosotros condenamos firmemente tales acusaciones sin hechos ni pruebas sólidas», declaró Chhetri a la AFP.

«No creo que haya hasta ahora pruebas concretas», recalcó.

El informe no ha sido publicado oficialmente, pero una fuente con acceso al mismo declaró el martes a la AFP que el foco infeccioso partió del campamento de soldados nepalí­es situados en Mirebalais, en el centro de Haití­, cerca del rí­o Artibonite.

«El punto de partida fue localizado con precisión», indicó la fuente, basándose en el informe del experto francés Renaud Piarroux, entregado recientemente a las autoridades haitianas y al ministerio francés de Relaciones Exteriores.

Los primeros casos aparecieron alrededor del 15 de octubre cerca de Mirebalais y en tan sólo algunos dí­as hubo miles de afectados.

El cólera es endémico en Nepal, uno de los paí­ses más pobres del mundo.

«No hay otra explicación posible para el desarrollo de la epidemia en un contexto en el que no habí­a cólera en el paí­s y teniendo en cuenta la intensidad, la velocidad de propagación y la concentración del vibrión (bacteria) en el delta del Artibonite», agregó la fuente.

Teniendo en cuenta el nivel de concentración y de propagación de la bacteria, «la explicación más lógica es la introducción masiva de materia fecal (de personas infectadas) en el rí­o Artibonite de una sola vez», agregó la fuente.

«El único elemento que falta es establecerlo formalmente a partir de análisis y de muestras sobre la presencia del vibrión en los nepaleses», agregó.

La epidemia causó más de 2.000 muertos y cerca de 92.000 casos desde su aparición, según el ministerio de salud de Haití­, paí­s devastado por el terremoto del 12 de enero (más de 250.000 muertos y 1,3 millones de damnificados).

El doctor Piarroux habí­a explicado a la AFP el mes pasado que «la epidemia estalló de forma extremadamente violenta el 19 de octubre, con miles de casos y cientos de muertos», entre personas que habí­an «bebido el agua del rí­o en el delta del Artibonite».

Y los análisis confirmaron que una cepa asiática originó el contagio. La epidemia «no está ligada al terremoto y no proviene tampoco de una cepa de los alrededores», fue «importada», dijo categóricamente Piarroux.

Generalmente, la bacteria se transmite de persona a persona. También puede transmitirse a través del agua, «pero para que varios miles de personas se infecten, deben pasar semanas o incluso meses», agregó entonces el experto francés, jefe de servicio de un hospital en Marsella (sur de Francia).

La Misión de Estabilización de la ONU en Haití­ (MINUSTAH) repitió en varias ocasiones que los análisis efectuados en las letrinas y el agua de la base nepalesa habí­an resultado «negativos».

No obstante, parte de la población acusó a los cascos azules de haber importado la epidemia y hubo manifestaciones violentas contra ellos. Desde entonces, el contingente nepalí­, de unos mil hombres, está bajo protección.

Unos 12.000 efectivos de la ONU, procedentes de unos diez paí­ses, están desplegados en Haití­.