Nuevas maniobras conjuntas


Corea del Sur y Estados Unidos llevarán a cabo nuevas maniobras conjuntas tras el bombardeo «deliberado e ilegal» de una isla surcoreana por Corea del Norte, anunció el miércoles el jefe de estado mayor estadounidense, que acusó a China de pasividad frente a su aliado norcoreano.


Corea del Sur y Estados Unidos llevarán a cabo nuevas maniobras conjuntas tras el bombardeo «deliberado e ilegal» de una isla surcoreana por el Norte, anunció el miércoles el jefe de estado mayor estadounidense, que acusó a China de pasividad frente a su aliado de Pyongyang.

El bombardeo norcoreano del pasado mes, que causó 4 muertos y 18 heridos, fue un «ataque deliberado e ilegal» que viola la Carta de Naciones Unidas y el armisticio que puso fin a la guerra de Corea (1950-53), indicaron los jefes de estado mayor estadounidense y surcoreano, tras reunirse en Seúl.

Para el almirante Mike Mullen, que visita Seúl para reiterar el apoyo de Washington, Corea del Sur tiene el derecho de decidir la naturaleza de la respuesta en caso de nuevo ataque norcoreano.

Interrogado en conferencia de prensa si habí­a pedido a Corea del Sur que excluyera una respuesta militar aérea, Mullen respondí­ó: «No lo he hecho».

Para «replicar con firmeza a cualquier nueva agresión del Norte», Mullen y su homólogo surcoreano acordaron reforzar su acción conjunta, con un móvil disuasorio frente a Pyongyang.

Así­, anunciaron nuevas maniobras conjuntas cuya fecha no fue precisada.

Ambos ejércitos ya llevaron a cabo maniobras conjuntas del 28 de noviembre al 1 de diciembre, y fueron las más importantes jamás realizadas por ambos paí­ses para –según Washington– «acrecentar la disuasión contra Corea del Norte».

Pyongyang consideró por su lado que esas maniobras aeronavales en el mar Amarillo eran «una provocación» que colocaba a la región «al borde de la guerra».

Estados Unidos reunió el lunes a sus aliados japoneses y surcoreanos para cimentar sus alianzas en Extremo Oriente, aislando de paso a China. En este contexto, Mullen volvió a criticar a Pekí­n, le pidió que use la capacidad que tiene para frenar a su aliado Corea del Norte y lamentó el hecho de que no parezca dispuesta a utilizar esa influencia.

«Los chinos tienen una enorme influencia sobre el Norte, una influencia que ninguna otra nación del planeta tiene. Pero, pese a que comparten con nosotros el deseo de que se reduzcan las tensiones, parecen reticentes a usarla», afirmó Mullen.

«China tiene una influencia única (sobre Corea del Norte), por tanto tiene una responsabilidad única», agregó Mullen.

«Ya es hora de que Pekí­n asuma esa responsabilidad y ayude al Norte y al resto de la región a encaminarnos hacia un futuro mejor», añadió.

Mullen dijo que valoraba la oferta de Pekí­n de albergar una cumbre de emergencia de los Seis para debatir sobre el desarme nuclear norcoreano.

Pero añadió que no habí­a elementos que justifiquen la reanudación de esas negociaciones mientras el «Norte persista en su comportamiento ilegal y peligroso».

En este contexto de presión sobre China, el secretario de Estado adjunto, James Steinberg, viajará la próxima semana a Pekí­n.

Las conversaciones de este miércoles entre jefes de estados mayores se celebraron poco después de que, aparentemente, Pyongyang hubiera llevado a cabo nuevos ejercicios militares. Según el ejército surcoreano, se escucharon explosiones el miércoles procedentes de territorio norcoreano.

«Se escucharon al menos una o dos explosiones procedentes de territorio norcoreano. Creemos que se están llevando a cabo ejercicios militares», declaró un portavoz del estado mayor surcoreano.