Buscan sancionar a golpistas


El presidente guatemalteco ílvaro Colom, a su arribo a Mar de Plata, para la Cumbre Iberoamericana. FOTO LA HORA: AFP Alejandro PAGNI

Una Cumbre Iberoamericana marcada por las ausencias se inaugura hoy en la ciudad argentina de Mar del Plata en búsqueda de consenso para aplicar sanciones a paí­ses afectados por golpes de Estado y aprobar un millonario fondo de incentivo a la educación.


El tema central de esta cita de mandatarios de América Latina, España y Portugal es la «Educación para la inclusión social», propuesto por la presidenta anfitriona Cristina Kirchner, pero que se verá opacada por la ausencia de al menos cinco jefes de Estado o de Gobierno que no participarán por diversos motivos.

A la XX Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata, mecanismo de concertación y análisis institucionalizado por España en 1991, no asistirá el jefe del gobierno español, José Luis Rodrí­guez Zapatero, cuyo paí­s atraviesa una de las peores crisis económicas de las últimas décadas.

Tampoco estará presente uno de los animadores de estas reuniones, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien con sus encendidas intervenciones entre los gobernantes llevó al rey Juan Carlos, de España, a lanzarle el famoso ¨¿Por qué no te callas?¨ en la cumbre realizada en Chile en 2007.

«La información que tenemos disponible es que el presidente no vendrá. No podemos hacer otros comentarios», dijo a la AFP una fuente de la delegación venezolana.

Versiones de prensa indican que Chávez desistió de participar en la cumbre para atender la emergencia provocada por las lluvias en su paí­s, que ya dejaron un saldo de más de 30 muertos y miles de damnificados.

Tras alegar razones médicas por una operación en su rodilla izquierda, el presidente boliviano Evo Morales se sumó a la lista de quienes declinaron la invitación de la mandataria argentina.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, cuyo paí­s mantiene un diferendo limí­trofe con Costa Rica, se excusó de asistir a Mar del Plata y denunció que San José quiere utilizar la cumbre para «sentar en el banquillo a Nicaragua, ellos como ví­ctimas y nosotros como agresores».

El canciller costarricense, René Castro, lamentó la ausencia de Ortega en Mar del Plata y dijo a la prensa que con ello se habí­a perdido una oportunidad para permitir a paí­ses amigos que mediaran en el diferendo limí­trofe.

Un quinto mandatario no figura entre los participantes, el hondureño Porfirio Lobo, quien ni siquiera fue invitado al cónclave ya que gran parte de los paí­ses latinoamericanos no reconocen legitimidad a su gobierno y reivindican al depuesto presidente Manuel Zelaya.

La educación es una de las banderas que Cuba levanta permanentemente como uno de los logros de su revolución socialista, pero hasta el momento no se ha confirmado oficialmente la presencia del presidente Raúl Castro para defender personalmente sus tesis en los debates de esta cita.

«Hay que decir que la cumbre (Iberoamericana) es una polí­tica prioritariamente de España, y subsidiariamente de Portugal, pero no es el foro donde América Latina pone todos sus esfuerzos polí­ticos y diplomáticos», dijo a la AFP el sociólogo argentino Gabriel Puricelli.

«Aunque para España, que la impulsa, resulta negativo que no pueda garantizar la presencia de su jefe de Gobierno por razones domésticas», añadió Puricelli, quien también es coordinador del Programa de Polí­tica Internacional del Laboratorio de Polí­ticas Públicas.

Los presidentes, jefes de gobierno o representantes de los 22 paí­ses integrantes del foro tienen previsto inaugurar la reunión cumbre a las 22H30 GMT de este viernes, previo a una cena que les brindará la presidenta Fernández de Kirchner.

El sábado darán a conocer la Declaración Final donde pretenden asegurar la instrumentación de un fondo de más de 100.000 millones de dólares hasta el año 2021 para impulsar un proyecto de mayor educación a la población, según cifras de la Organización de Estados Iberoamericanos.

Otro de los tópicos en que buscarán consenso es en la formulación de una «cláusula democrática» que permita sancionar a los paí­ses que se vean afectados por golpes de Estado.

«Es una oportunidad para que reafirmemos nuestro compromiso con la democracia», comentó el canciller costarricense, quien añadió que el texto de esa cláusula aún «se está negociando».