Con cierto dejo de desilusión leí en diferentes diarios la noticia sobre lo que en realidad piensa Estados Unidos del mundo entero.  Aunque era de esperarse, todavía causa asombro la frialdad y ligereza con que hace los comentarios respecto a las relaciones internacionales que sostiene con el resto del planeta.  Es verídico, somos una extensión de sus dominios, ellos son el brazo largo que ahorca nuestra economía, y no nos deja progresar, los embajadores que ha sembrado Estados Unidos a lo largo y ancho del mundo, solo sirven de gendarmes que informan y manipulan a los gobiernos de estas ignorantes tierras fértiles que vivimos y respiramos a su servicio y conveniencia.  Cada Embajador tiene la misión de sumir en la ignorancia, pobreza y atraso al país, en el que se le es tratado con deferencia como a cualquier huésped de honor. Qué ignorancia la nuestra, es patética nuestra posición.  Y hemos de aceptar los réditos que el Presidente de cada subdesarrollado Estado, pide sin remilgos, para endeudarnos de por vida.  Lamentable ceguera, cuando hemos seguimos creyendo que Estados Unidos nos salvará de un Presidente incapaz y disoluto como nuestro actual gobernante, y qué equivocados estábamos, Colom, es ni más ni menos, el mandatario ideal para los propósitos particulares del Tío Sam.