Cada vez que veo el anuncio de «El Salvador lo tiene todo»; y mencionan «y la vida nocturna, increíble». Comparo la situación de Guatemala desde que se implantó la famosa «Ley Seca» con el cuento de que así se reduciría la violencia en el país.
Hoy vemos, con pena, como en La Antigua Guatemala pretenden ahuyentar al poco turismo extranjero que nos queda, estableciendo leyes también absurdas en las que sólo falta que se les obligue a irse a dormir a las diez de la noche.
Veo también, con preocupación, las rondas de hombres armados y con pasamontañas obligando a los negocios de comida a cerrar temprano en San Pedro la Laguna, en Sololá, sólo porque desean combatir el consumo de drogas.
Están «agarrando el rábano por las hojas», como popularmente se dice y ninguna autoridad hace algo por recuperar la cordura; permitiendo que se coarte nuestra libertad.