Así como las tarjetas de crédito y débito desplazaron a los cheques, lo mismo podría pasarle ahora al plástico a manos de los teléfonos inteligentes y otros aparatos móviles.
La tecnología está facilitando cada vez más los pagos a través de aparatos móviles. Además, las empresas minoristas están aprovechando la posibilidad de hacer ofertas a través de sitios como Facebook y Twitter, por un costo muy bajo y sin tener que gastar en papel y correo para hacérselas llegar a los clientes.
Mientras las compañías como PayPal y las principales tarjetas de crédito cobran 2% o más por cada transacción, otros servicios de transferencia de dinero están creciendo, como los que permiten hacer compras a distancias a negocios pequeños o mandar fondos a familiares o amigos sin tener que enviarles un cheque.
Estas transferencias electrónicas directas entre individuos ya alcanzan los 3 billones de dólares por año y se prevé que seguirán creciendo. Esto significa que hay un gran potencial de ganancias, lo que debería estimular el surgimiento de nuevos emprendedores.
Uno de los más recientes es la compañía Dwolla Corporation, de Des Moines, Iowa, que lanzó el miércoles a nivel nacional un servicio de procesamiento de pagos a bajo costo para empresas y particulares. Dwolla ya estaba operando en Iowa y en California.
El servicio cobra una comisión fija de 25 centavos de dólar por cada transacción.
Los bancos han dependido durante mucho tiempo de las tarjetas de crédito y débito, que vienen con altas comisiones, dijo Matt Harris, socio de Village Ventures, un fondo de inversiones en emprendimientos con sede en Nueva York.
«Esto ha desatado muchos emprendimientos por parte de gente que cree que puede hacer las cosas mejor que estos gigantes somnolientos», explicó.