Al Qaida ataca el talón de Aquiles de Occidente


Un agente de bolsa en la Casa de Cambio de Nueva York. FOTO LA HORA: AFP Mario Tama

La economí­a occidental es desde hace 15 años el blanco de Al Qaida pero, desde la crisis financiera de 2008, los partidarios de Osama Bin Laden han comprendido que ésta es mucho más vulnerable y multiplican los ataques para arruinar a sus enemigos, según analistas.


Es «la estrategia de las heridas para llevar a la quiebra», como dice el estadounidense Daveed Gartenstein-Ross, director del Centro del estudio de la radicalización terrorista en la Fundación por la Defensa de las Democracias, un centro de reflexión de Washington.

«Bin Laden piensa sinceramente que participó en la ruina de la Unión Soviética en Afganistán y su objetivo es hacer lo mismo con Estados Unidos», señala a la AFP.

«Y es un argumento: las guerras de Irak y de Afganistán son increí­blemente caras. Los gastos generados por estos conflictos y por las medidas de seguridad internacionales son cuestiones legí­timas que necesitamos plantearnos».

En la portada del tercer número de la ciber-revista «Inspire», realizada en inglés por Al Qaida en la Pení­nsula Arábiga (AQPA), los yihadistas marcaron una cifra en grande: 4.200 dólares.

Es el presupuesto de lo que ellos llaman «Operación Hemorragia»: el enví­o desde Saná de paquetes bomba a Estados Unidos, a través de empresas de flete aéreo norteamericanas. Las bombas fueron interceptadas pero tuvieron una onda expansiva económica que se propagó en todo el sector, obligado a estudiar nuevas y costosas medidas de seguridad.

«Desde el principio, nuestro objetivo era económico», afirma AQPA. «Forzar a Occidente a instalar dispositivos de seguridad suficientemente eficaces para detectar nuestros aparatos explosivos será una pesada carga suplementaria en las economí­as ya quebradas».

«Cambiaron su estrategia en los dos últimos años», explica Daveed Gartenstein-Ross. «Los aspectos económicos de sus acciones eran importantes para ellos antes pero, desde la crisis de 2008, se centran más en ataques de menor envergadura, sabiendo que las repercusiones económicas jugarán a su favor».

Paquetes bomba, acciones aisladas de kamikazes, atentados más o menos bien organizados que generan pánico: es lo que AQPA llama «la estrategia de las mil heridas: el objetivo es hacer sangrar al enemigo hasta la muerte».

Hostigados por los misiles disparados por los aviones teleguiados estadounidenses contra sus refugios de las zonas tribales paquistaní­es, sin poderse desplazar, los jefes de Al Qaida ven en estos ataques contra la economí­a mundial una forma de amenazar, de existir y de mantenerse en el foco de la actualidad.

Expertos y policí­as están seguros además de que dichas operaciones pueden ser llevadas a cabo por grupos, partidarios o militantes con los que los lí­deres de Al Qaida ni siquiera están en contacto. Sólo necesitan alabar sus acciones en internet, una vez realizadas, incluso si han sido un fracaso.

Abdel Bari Atwan, director del periódico Al Quds Al Arabi, autor de «Historia secreta de Al Qaida», es uno de los pocos periodistas que ha entrevistado varias veces a Osama Bin Laden.

«Me dijo que su objetivo era atraer a los estadounidenses hacia las tierras árabes: ellos cayeron en la trampa», dijo a la AFP. «Â¡El coste de su «guerra contra el terrorismo» desde el 11 de septiembre (de 2001) es de 4 ó 5 billones de dólares! Es fenomenal, tanto como el dinero que dedicaron para sacar a flote los bancos. La economí­a estadounidense se hundió en parte por culpa del coste de estas guerras».

«Los ataques contra las compañí­as aéreas y el transporte aéreo no son nuevos: Al Qaida siempre los ha tenido en su mira, para crear pánico y golpear la economí­a: lo están consiguiendo», agrega.