Europa sortea obstáculo con ayuda a Irlanda


Brian Cowen, primer ministro irlandés, deberá ahora convencer a sus ciudadanos para que acepten el plan de rescate financiero. FOTO LA HORA: AFP PETER MUHLY

La Eurozona sorteó un nuevo escollo al acudir ayer al rescate de Irlanda, seis meses después de salvar a Grecia, pero sigue amenazada por la desconfianza de los mercados, atizada por el alto nivel de endeudamiento y las divergencias económicas de sus paí­ses miembros.


«Espero» que se haya apagado el incendio en la Eurozona, confió hoy la ministra francesa de Economí­a, Christine Lagarde, después de que los europeos pactaran prestar junto al Fondo Monetario Internacional (FMI) 85.000 millones de euros a Irlanda para evitar el hundimiento de su sistema financiero.

Pero los mercados parecieron no compartir ese parecer. Las principales bolsas del continente cotizaban hoy a la baja y en los mercados de deuda soberana, la española y la italiana volvieron a registrar nuevos récords.

Con los inversores poniendo en aprietos a los bonos de las economí­as más frágiles, Europa no puede respirar tranquila. Ahora teme que Portugal y España sean los próximos socios de la unión monetaria en requerir un salvavidas financiero.

«Hay pocas posibilidades de que (el rescate a Irlanda) marque una vuelta de página a la crisis de la periferia: las dudas sobre futuras pérdidas de los que poseen obligaciones permanecerán», estimaron el lunes economistas del Royal Bank of Scotland.

Pese a una baterí­a de medidas anunciadas en los últimos meses para rebajar sus déficits y emprender reformas que mejoren su competitividad, los paí­ses de la periferia (Portugal, Italia, Grecia y España) siguen agitando los mercados por su frágil situación económica, sembrando dudas sobre el futuro de la zona euro.

Para los inversores, Grecia está considerada como «más peligrosa que Jamaica, Pakistán y Argentina. Irlanda es más arriesgada que Portugal, Irak, Hungrí­a, Rumania. España es mucho menos segura que Lí­bano… la situación de los mercados es ésta y no es razonable», comenta una fuente diplomática de alto rango en Bruselas.

La Comisión Europea ensombreció el lunes las perspectivas, al dudar de que los gobiernos portugués y español sean capaces de cumplir sus compromisos de 2011 de reducción de déficit público. Admitió además que la situación en los mercados sigue siendo «inquietante» para la Eurozona.

Los mercados que, desde el lanzamiento del euro en 1999 no habí­an hecho grandes diferenciaciones entre los paí­ses miembros de la unión monetaria, distinguen ahora entre buenos y malos alumnos, fragilizando su conjunto.

Las divergencias económicas son además cada vez más palpables entre los 16 paí­ses miembros de la zona euro, cuya locomotora sigue siendo Alemania.

El espectro de un estallido de la Eurozona vuelve a planear sobre los mercados financieros, si bien los responsables europeos descartan cualquier riesgo.

«Todo el mundo, incluido los inversores, debe escuchar este mensaje de Europa, «Salvaremos el euro», es un instrumento que no podrá ser tomado como rehén por parte de la especulación», prometió hoy el ministro francés de Presupuesto, Franí§ois Baroin.