La FIFA, más poderosa y controvertida que nunca


Andy Anson, representante de la candidatura mundialista de Inglaterra 2018, presenta su plan ante la FIFA. FOTO LA HORA: AFP FABRICE COFFRINI

La FIFA, al tener el control del deporte más popular del planeta, el fútbol, y sobre el torneo más importante, la Copa Mundial, ciertamente es la organización deportiva más poderosa del mundo.


Sin embargo, al encaminarse hacia la elección de las sedes para las Copas del Mundo del 2018 y 2022, la FIFA está bajo un intenso escrutinio tras la suspensión de dos miembros del comité ejecutivo que fueron acusados de ofrecer la venta de sus votos.

«La FIFA actúa como si no tuviera que rendirle cuentas a nadie», afirmó Adam Silverstein, un abogado que demandó exitosamente al organismo que gobierna al fútbol mundial a nombre de MasterCard, y les ganó un arreglo por 90 millones de dólares hace tres años.

El fútbol «despierta las pasiones. Trasciende la nacionalidad y todos en el mundo aman al fútbol y la FIFA posee el monopolio del deporte y esa es la razón por la que ellos pueden explotarlo», agregó.

Al mismo tiempo, la FIFA ha llevado la Copa del Mundo a la era de la Internet y la ha convertido en un acontecimiento que interrumpe la rutina diaria en todo el orbe. Ha utilizado los miles de millones de dólares que ha generado en ganancias para incrementar el alcance del fútbol fuera de su base tradicional en Europa y Sudamérica y convertirlo en una industria en auge seguida por cada vez más personas en Norteamérica, ífrica, Asia y Oceaní­a.

«No creo que incrementemos nuestro poder debido a la Copa del Mundo, creo que el poder de la Copa del Mundo se logra por el hecho de que mantenemos una estructura organizacional con nuestros 208 miembros en los que todos obedecen el mismo tipo de reglas y acuerdan llevarse bien y hacer las cosas juntos», indicó un miembro del comité ejecutivo de la FIFA, el estadounidense Chuck Blazer.

Estados Unidos, que organizó su primera Copa del Mundo en 1994, está en competencia con Australia, Japón, Catar y Corea del Sur por el derecho de organizar el torneo del 2022.

Blazer afirma que la cooperación global que ha logrado la FIFA también ha generado, a la vez, un mayor acceso a la Copa del Mundo a personas de todo el orbe.

«Ya no estamos en un mundo en el que, como en Uruguay (sede de la primera Copa del Mundo en 1930), la única manera de saber de la Copa era leyéndolo en los diarios dí­as después de lo ocurrido. Ahora uno puede ver todo y participar en todo de manera instantánea en una red mundial realmente única», agregó Blazer.

Sin embargo, con la popularidad, también han surgido controversias:

%u2014 Michel Zen-Ruffinen, el entonces segundo funcionario más importante, acusó en el 2002 al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, de actos de corrupción y mala administración en plena campaña de reelección de Blatter. Zen-Ruffinen se vio obligado a renunciar como secretario general y la fiscalí­a de Zurich determinó que no «hubo conducta delictiva».

%u2014 En el 2007, la FIFA informó que habí­a demandando al hijo de un miembro del comité ejecutivo Jack Warner, a su vez presidente de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol, CONCACAF, para que pagara un millón de dólares a las Villas de Niños SOS por haber vendido miles de boletos a precios inflados para la Copa del Mundo de Alemania, a través de la agencia de viajes de su familia, Simpaul.

%u2014 Un sobrino de Blatter, Philippe, es presidente de la empresa Infront Sports & Media, que tiene participación en al menos una de las empresas MATCH que vendieron boletos para la Copa del Mundo de Sudáfrica en este año y fue criticado por sus métodos de venta que provocaron butacas vací­as en algunos partidos.

%u2014 Los integrantes del Comité Ejecutivo Amos Adamu de Nigeria y Reynald Temarii de Tahiti, presidente de la Confederación de Oceaní­a, fueron suspendidos para la votación del jueves luego que el diario The Sunday Times de Londres informó que se ofrecieron a vender sus votos por fondos para proyectos de fútbol. Temarii asegura que ha quedado limpio de acusaciones de corrupción pero fue castigado únicamente por violar las reglas de confidencialidad.

A pesar de los alegatos contra Blatter, nunca le han podido probar ninguna acusación, y ni siquiera se le ha podido acusar frente a un tribunal.

DRAMA, INTRIGA Y CORRUPCIí“N


Drama, intriga y corrupción con miles de millones de dólares en juego

El proceso de la FIFA para otorgar las copas mundiales del 2018 y 2022 al mismo tiempo puso en marcha la campaña deportiva de mayor magnitud y más vigilada en la historia del deporte moderno, aun antes de que se viera empañada por denuncias de sobornos y arreglos de votos.

Pero la vida sigue igual para la organización rectora del deporte más popular del mundo, según algunos veteranos observadores.

«Cuando uno habla de la FIFA suele prevalecer una actitud negativa. Se habla de corrupción», admitió el presidente del comité de ética de la FIFA, Claudio Sulser, después de completar una investigación de un mes de votantes y candidatos implicados en una trampa montada por un periódico británico.

Reparar la credibilidad de la FIFA puede esperar.

En estos momentos, la organización que preside Joseph Blatter tiene algo que muchas de las naciones más ricas y ambiciosas del mundo desean anhelosamente: el derecho a presentar una de dos copas mundiales de fútbol, cada una de ellas con 64 partidos entre 32 paí­ses a lo largo de 31 dí­as.

Por eso Bill Clinton, Vladimir Putin y el prí­ncipe Guillermo están entre los probables asistentes a Zurich para solicitar ese privilegio para sus respectivos paí­ses.

Son los astros de las presentaciones de media hora cada una que los nueve candidatos deben hacer ante el comité ejecutivo de la FIFA %u2014con dos de sus colegas suspendidos%u2014 el miércoles y el jueves antes de que se decidan los dos ganadores en votaciones secretas.

En el 2018 se elegirá entre Inglaterra, Rusia, Bélgica-Holanda y España-Portugal. Para el 2022 los candidatos son Estados Unidos, Australia, Japón, Corea del Sur y Catar. México e Indonesia se presentaron al principio pero después se retiraron.

Desde los ambiciosos objetivos de paz en la pení­nsula coreana hasta las prometedoras tecnologí­as de energí­a solar de Catar, es un escenario mundial para los candidatos que durante tres años de preparación han buscado la atención pública.

El glamour y los escandalotes del proceso han hecho una estrella de Sulser, abogado y ex delantero internacional suizo, a quien la FIFA encomendó velar por el juego limpio después que su predecesor Sebastian Coe dejó el cargo para ayudar la candidatura inglesa.

Los veredictos de Sulser confirmaron los rumores de irregularidades a sólo 14 dí­as de la decisión.

La votación queda ahora en manos de 22 hombres del alto comando de la FIFA después que Amos Adamu y Reynald Temarii fueron marginados de toda actividad, durante tres y un año respectivamente. Adamu es el dirigente del fútbol de mayor rango sancionado por soborno.

Lo que el equipo de Sulser no halló podrí­a ser igualmente significativo. No confirmó la extendida sospecha de que España-Portugal y Catar %u2014con ayuda latinoamericana%u2014 hubiesen violado las reglas de la FIFA por connivencia para asegurarse por lo menos siete de los doce votos necesarios para ganar.

Hasta Blatter avivó las sospechas cuando dijo que la investigación no halló pruebas de irregularidades, lo que no quiere decir %u2014aclaró%u2014 que no las haya habido.