Clara* es atractiva, esbelta, viene de una familia desintegrada de escasos recursos. Su ilusión se centraba en empezar a trabajar, fue así que leyó un anuncio publicado en prensa donde solicitaban personal femenino para un car wash, llamó y se presentó a entrevista y ahí empezó más que un trabajo, una serie de abusos sexuales.
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La entrevista de trabajo fue realizada por una pareja de esposos que citaron a Clara en un restaurante de la Calzada Roosevelt, de la zona 11 capitalina. La condición para darle el empleo era que debía irse a vivir con ellos. La casa se ubicaba en la misma zona. Ella aceptó. Luego la llevaron a un salón de belleza, le compraron ropa ajustada al cuerpo y zapatos extravagantes.
La adolescente empezó el trabajo en el car wash, con sede en la Roosevelt. A los pocos días de haber empezado a laborar, el dueño del negocio abusó de ella. El temor a represalias y el desconocimiento de sus derechos limitó a Clara a acudir en busca de ayuda.
Los patrones de Clara empezaron a facilitarle droga, después la llevaban a moteles de la Roosevelt en donde era obligada a tener relaciones sexuales con hombres y hasta con parejas de esposos.
«CARNE A LA CARTA»
En una redada en los moteles que llevó a cabo la Policía Nacional Civil rescataron a la adolescente. Ella dio la dirección de la casa donde la tenían viviendo, al dirigirse al lugar habían más niñas y adolescentes quienes eran presentadas a los clientes como «carne a la carta», relata Leonel Dubón, director del Refugio para la Niñez.
«Se está trabajando con el Ministerio Público (MP) para la captura de estas personas que hasta el día de hoy continúan sacando los anuncios con los mismos números telefónicos; lo que pasa es que hace falta control e investigación», se quejó Dubón.
Magda Medina, de Protección a la Niñez, de Unicef, indica que estos casos de trata de personas son cometidos por redes del crimen organizado, se desconoce la cantidad exacta de personas, tanto hombres y mujeres, que están siendo víctimas de explotación sexual o laboral en el país, dice.
Resalta que actualmente en el MP no existe una fiscalía específica para la Trata de Personas, sino que esta funciona como una unidad dentro de la Fiscalía contra el Crimen Organizado.
«Afortunadamente la unidad de Trata de Personas se trasladó a esta fiscalía porque hace 4 años estaba adscrita a la Fiscalía de la Mujer y pasaba aún más desapercibida; sin embargo, recomendamos la creación de una fiscalía específica para combatir este delito», opina la oficial de Unicef.
Actualmente, el MP sólo cuenta con 12 auxiliares fiscales en toda la República para conocer los casos de Trata de Personas. Se tramitan 300 casos sin contar el subregistro, detalla Medina, quien recomienda a las niñas y adolescentes a rechazar cualquier trabajo que se ofrezca donde las reglas no estén claras o donde se ofrezca una paga que no coincide con las tareas a efectuar.
RESARCIMIENTO
Unicef impulsa a través de la Secretaría Contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas, un programa para el resarcimiento de las víctimas de este acto ilícito. «Es un plan operativo en donde se delimita qué tipo de delitos van a ser resarcidos y cuándo una persona será considerada como víctima», añadió Medina.
Dubón, refiere que en el Refugio de la Niñez tienen a 103 niñas y adolescentes que han sido víctimas de Trata y de abuso sexual. Estas cifras son de mayo del 2009 a la fecha. «Tenemos 52 procesos penales por las denuncias que hemos planteado», añade.
Clara ya no puede permanecer más tiempo en el Refugio para la Niñez, debido a que recién cumplió la mayoría de edad.
EL GANCHO
Una fuente del MP, que pide permanecer en el anonimato, explica que las redes de trata de personas utilizan distintos «ganchos» para atraer a sus potenciales víctimas. En la mayoría de casos publican anuncios para ofrecer empleos bien remunerados y que no requieren de mucho esfuerzo.
Aunque en algunos casos se utilizan anuncios de prensa, también se recurre a publicaciones en redes sociales y portales de Internet con clasificados gratuitos. «Estos nos aportan algunos datos sobre las redes de trata, pero no siempre nos conducen a la red criminal», explica.
«En la mayoría de casos se les dice a las jóvenes que van a trabajar como modelos o edecanes en cocteles y eventos sociales. También hay casos de jóvenes, a los que se les induce con otro tipo de ofrecimientos», refiere el investigador. «Trabajamos para desmantelar a estas redes, pero muy importante también es la prevención (…) es bueno que los padres de familia vigilen muy bien a sus hijos, sobre todo en las comunicaciones que tienen y en los trabajos que consiguen».
*Nombre ficticio.
Leonel Dubón
REFUGIO PARA LA NIí‘EZ.