El miércoles recién pasado se aprobaron de urgencia nacional los bonos de reconstrucción por 1.6 millardos de quetzales, sin embargo 1.2 millardos serán destinados a cancelar parte de la deuda que el Estado tiene con el sector constructor, tomando en cuenta que ese dinero no podrá utilizarse sino hasta el próximo ejercicio fiscal y podrí­a caer en el fondo común.

Luego de la aprobación urgente de los Bonos de Reconstrucción, la asignación de los mismos es la siguiente:

De 1 mil 680 millones de quetzales, 1 mil 192 millones se destinan al Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, que, entre otras necesidades que presente la cartera, se destinará hacia el pago de la deuda que se tiene con el sector constructor; el resto del recurso se destinará hacia el Fondo Nacional para la Paz (Fonapaz), Ministerio de Agricultura, Ganaderí­a y Alimentación (MAGA), el Programa de Incentivos Forestales (Pinfor) del Instituto Nacional de Bosques (INAB) y hacia los Bomberos Voluntarios y departamentales.

Mario Taracena, diputado de la bancada Unión Nacional de la Esperanza (UNE) y Presidente de la Comisión de Finanzas del Congreso de la República, expresó «que los bonos no son la gran cosa. «Es para pagar todas las deudas de construcción; los bonos tampoco son una maravilla y es muy poco dinero para pagar las deudas que hay».

De acuerdo con la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC), el Estado le debe al sector cerca de 2 millardos de quetzales.

En este sentido, el presidente del Colegio de Ingenieros, Jorge Mario González, expresó que «hay un bolsón que está haciéndole mucho daño a las empresas constructoras; es cierto que tenemos el grave problema de la reconstrucción encima, pero de alguna manera esa nueva obra nos crea una nueva deuda, porque lo que se está designando para reconstrucción no es verdaderamente el total que se necesita para hacerle frente a esa reconstrucción de la que se habla».

«Los bonos nos crearán más deuda de la que ya tenemos, de alguna manera lo indicado serí­a contar con un buen presupuesto para poder hacer entrada tanto a la deuda como a la reconstrucción en sí­, porque no vamos a salir con ese poco que se habí­a designado y la deuda que se tiene con el sector constructor es mucho mayor», expresó el ingeniero.

Sin embargo, el ejercicio fiscal 2010 está por terminar, y de acuerdo con la diputada Nineth Montenegro, de la Bancada Guatemala, por ley, el dinero que no se utilice va para el fondo común; en este sentido, Taracena manifestó que para evitar esto se realizó una enmienda para que lo que no se utilice en este año de los bonos de reconstrucción se utilicen el año siguiente.

«Hasta ayer se veí­a un ambiente muy tenso, y a cualquiera se le ocurre sacar enmiendas, sacarse de la manga una nueva ley, o una moción, una interpelación, esto a mí­ no me huele bien», advirtió la diputada.