Escasa propuesta



Que en pleno perí­odo electoral y ante una crisis como la que desnudó el crimen contra los diputados del Parlamento Centroamericano y luego de sus asesinos, tengan que ser el Cardenal, el Procurador de los Derechos Humanos y el Rector Magní­fico de la Usac quienes hagan propuesta concreta parece cosa increí­ble porque uno supondrí­a que de la pléyade de candidatos presidenciales siquiera alguno tendrí­a algo que decir con alguna propuesta concreta.

Ratificamos que desde el punto de vista puramente electoral, quien ha capitalizado la crisis en materia de seguridad ha sido el candidato Pérez Molina, quien pese a que tiene una propuesta radical y que evoca tiempos tenebrosos de la historia del paí­s, cuando hablar de mano dura era sinónimo de componer las cosas a punta de reata, se convierte en el catalizador de esa corriente tan generalizada en nuestro paí­s que clama por soluciones de violencia, por salidas que apuntan, precisamente, a usar no sólo la mano dura, sino el gatillo fácil.

Sin embargo, en beneficio de la clase polí­tica, hay que decir que reaccionan tal y como se los aconsejan las encuestas y los «focus group» que apuntan a evitar soluciones estructurales. La gente quiere salidas fáciles que no se pueden publicitar porque riñen con la legalidad y las buenas costumbres. Hablar de soluciones de largo plazo, que son las únicas efectivas, no atraen sino ahuyentan a los electores que quieren ver a los mareros muertos, a los narcos «matándose entre sí­», aunque ello apenas sea un decir, y a los secuestradores ejecutados en el momento de la liberación de las ví­ctimas. Esa es la única «justicia» que a ojos de la mayorí­a de los guatemaltecos funciona, porque la otra, la que implica un proceso, acusar con pruebas y esperar una sentencia, es tan inútil como un polí­tico que no miente.

Estamos hablando de solucionar siquiera el tema de la seguridad, ya que no podemos esperar que se le entre al tema más completo y complejo del Estado fallido en todas sus dimensiones. Y ni siquiera para ese tema puntual los polí­ticos parecen tener respuesta. Algunos dicen que no quieren «compartirla ahora» porque le darán armas a sus adversarios que les «robarán la idea». Sin esas ideas sobre seguridad, buenas o malas, es posible que ni siquiera puedan sobrevivir para preservar sus proyectos y por ello es que creemos insensato el silencio y trágica la incapacidad.

Guatemala necesita urgentemente de acciones y compromisos y por ello es que en este momento se impone que logremos una acción firme y contundente para cambiar las cosas.