En aprietos por haber sido «refugio»


Efraí¯m Zuroff, investigador sobre criminales nazis de la Segunda Guerra Mundial. FOTO LA HORA: AFP Mark RALSTON

Un informe que los gobiernos estadounidenses intentaron disimular durante cuatro años explica cómo Estados Unidos selló un «pacto con el diablo» y se convirtió en un «refugio» para criminales nazis en los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial.


«Estados Unidos, que se enorgullece de haber sido un refugio para los perseguidos, se transformó, en cierta medida, también en un refugio para los perseguidores», señala la Oficina de Investigaciones Especiales (OSI) en ese informe revelado por el New York Times y al que tuvo acceso la AFP.

Creado en 1979 para rastrear a los nazis residentes en suelo estadounidense y organizar su expulsión, el OSI se fusionó recientemente con otros servicios del Departamento de Justicia para constituir la sección «Derechos humanos y sumarios especiales».

El reporte revela el trabajo de la OSI desde su formación y señala una vez más la «concesión ética de la polí­tica estadounidense en la utilización de ex responsables nazis como informantes, para su programa espacial o para otros proyectos militares secretos», dijo Efraí¯m Zuroff, jefe del departamento vinculado al rastreo de ex nazis en el Centro Simon Wiesenthal.

«Esos temas son bien conocidos», recordó el especialista en el periódico británico The Guardian, pero «merecen ser reexaminados», dijo.

Sin embargo, este informe de más de 600 páginas redactado en 2006 demoró cuatro años en poder ser publicado en su totalidad.

Un alto funcionario del gobierno dijo a la AFP, bajo condición de anonimato, que se trataba de «un borrador que nunca ha sido validado y contiene errores y omisiones» y que se habí­a renunciado a concluirlo por falta de medios.

Después de un año de batallas reglamentarias, el Departamento de Justicia entregó una copia muy censurada a la organización sin fines de lucro Archivos de Seguridad Nacional, que habí­a amenazado con demandas judiciales.

«El Departamento se comprometió con la transparencia, abogados especializados tomaron la decisión de amputar ciertos pasajes por razones de respeto a la vida privada o de respeto a la ley», dijo a la AFP Laura Swenney, una portavoz del Departamento de Justicia.

En vista de la cantidad de pasajes borrados, «ex funcionarios del gobierno» terminaron por entregar í­ntegramente el informe al New York Times.

«Ahora que podemos hacer la comparación entre el documento censurado y el texto completo, resulta claro que el Departamento de Justicia ocultó información sin ninguna justificación jurí­dica», dijo David Sobel, abogado de Archivos de Seguridad Nacional.

«Para un gobierno y un departamento que se habí­an comprometido a un nivel de transparencia «sin precedentes», se trata de un ejemplo perturbador de la distancia entre la realidad y la retórica», precisó la organización en un comunicado.

La acogida en Estados Unidos de cientí­ficos alemanes y austriacos en los años siguientes a la Segunda Guerra mundial, para acelerar la victoria contra Japón en un primer momento, y para que la Unión Soviética no les diera refugio en una segunda instancia, es un hecho conocido.

Pero el reporte da más detalles sobre los procedimientos y atestigua hasta qué punto aquellos hombres habí­an sido recibidos «a sabiendas» en Estados Unidos.

El informe profundiza especialmente en los conocimientos históricos sobre la manera en que la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA) utilizó los servicios de los ex nazis, tanto en el exterior como en el interior de Estados Unidos.

«Seguimos disimulando, seguimos escondiendo que algunas personas en nuestro paí­s han pervertido el sentido del interés nacional. Ya es hora de que esto se sepa», dijo a la cadena NBC Abraham Forman, integrante de Antidifamación, una organización de lucha contra el antisemitismo.