La Embajada de Canadá en Guatemala presenta una colección de diez y nueve tapices realizados por doce artistas de Nunavut, Canadá en la sala de exposiciones del Artecentro Graciela Andrade de Paiz (9ª. calle, entre 8ª. y 9ª. avenida, zona 1). La muestra permanecerá abierta al público hasta el viernes 3 de diciembre.
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Los inuit, llamados durante mucho tiempo «Esquimales», han expresado su preferencia por el término inuit, que en su idioma significa «los seres humanos». Inuk es el singular y significa «el ser humano, el individuo, la persona».
La denominación «Esquimales» o «Esquimo» es de origen indígena americano. Es el calificativo escuchado de la boca de los indígenas americanos por los viajeros y colonos después de su llegada al este de Canadá. El término inuit tiende a acercar los grupos que reconocen tener una historia, una lengua y representaciones comunes en el mundo.
Durante miles de años, los inuit dependieron enteramente para su subsistencia de la fauna salvaje que les proveía alimento, combustible así como materiales para la fabricación de sus vestimentas calientes, herramientas, armas, juguetes, amuletos, etc.
Aparte de sus actividades de caza, los hombres participaban igualmente en la transformación de materias primas fabricando herramientas y armas de hueso, marfil o cuernos de alce. A pesar de que el medio ambiente podía parecer poco generoso en proveer materias primas, los inuit desarrollaron una cultura en materiales muy diversificada. Elaboraron una verdadera «tecnología para el frío». El aceite extraído de los mamíferos marinos servía de combustible para las lámparas, única fuente de luz y de calor dentro del iglú. Los alimentos y las materias primas fueron por mucho tiempo provistos por la caza, principal proveedor de abrigos, pieles que servían para la confección de vestimentas así como para las embarcaciones. Los animales también proveían a los hombres de marfil, hueso, cuernos de alce y de buey para la fabricación de armas y utensilios.
Hoy día, los inuit utilizan estos mismos materiales para hacer esculturas, así como las piedras, la esteatita y la serpentina.
Los inuit mantienen lazos muy estrechos con su entorno natural. No es, por lo tanto, extraño que las relaciones que los unen al mundo animal sean múltiples, fértiles, complejas y ligadas a lo sagrado. Estos lazos, son para esta sociedad de cazadores, de orden económico, sin embargo, los animales juegan un papel importante en la visión del mundo de los inuit.
El arte inuit se remonta según los arqueólogos y los antropólogos a varios miles de años. Las diferentes culturas inuit demuestran una gran experiencia artística que las recientes excavaciones arqueológicas confirman.
Durante la época en que tuvieron contacto con los europeos, era normal hacer intercambio de productos inexistentes en el Gran Norte. Pero no fue sino hasta mediados del siglo XX que el arte se convierte en una fuente de recursos para muchos inuit. A través de la escultura, la pintura, la litografía y recientemente, la joyería y los tapices un público cada vez mayor descubre el trabajo de los artistas y artesanos inuit gracias a las exhibiciones internacionales.
Los temas tratados son numerosos y se podría hablar de una continuidad entre el arte del pasado y el arte contemporáneo. Los mismos quedan profundamente anclados a la cultura inuit.
Lo bestial está muy presente, los mitos y los cuentos son fuentes inagotables de inspiración y el chamanismo también es frecuentemente mencionado. Las representaciones de la vida cotidiana del pasado con numerosas escenas representadas en iglúes con los inuit trabajando la piel, cazando o pescando.
En el marco de dicha muestra y con el objetivo de que los niños tengan un mayor conocimiento de la cultura inuit, se realizarán dos talleres de manualidades y creatividad con la participación de un cuentacuentos, mañana, a las 15:00 horas, y el martes 23 a las 10:00 horas. Para mayor información comunicarse al tel. 2285-1692.