El Nacionalismo musical de Smetana -III-


En la columna anterior comentamos el surgimiento del nacionalismo musical a través de las composiciones de Bied?ich Smetana y su transición hacia el campo de la música orquestal, pues aún no habí­a encontrado su destino auténtico, por lo que las piezas para piano seguí­an siendo lo mejor de su producción sonora, melodí­as dignas de Casiopea esposa dorada, agua de lucero, quien tiene acento de rosa, paz y alas que alegra con viento de luciérnagas mis bosques élficos.

Celso A. Lara Figueroa
Del Collegium Musicum de Caracas, Venezuela A mi padre, maestro Celso Lara Calacán, con inmenso amor.

En tal sentido, en abril de 1859 Smetana trató de trasladar a su mujer, gravemente enferma de Gí¶teborg a Bohemia, a fin de ponerla lejos del frí­o clima sueco. Sin embargo, fue un intento fallido y como se sabe, Kata?ina murió en el curso del viaje en la ciudad de Dresde. El compositor se detuvo entonces en Weimar donde hizo escuchar sus dos Poemas Sinfónicos a Liszt y a cambio, escuchó el preludio de Tristán e Iseo, conoció al crí­tico ruso Alexander Sérov (guí­a espiritual de Musorgsky, además de varios amigos) y conoció igualmente a Hans von Bí¼low, el gran director de orquesta. En su estancia en Weimar, Smetana experimentó una excitante inmersión en las últimas novedades del arte europeo, que gravitaban alrededor de la residencia de Liszt, llenándose de gran inspiración y de novedosas ideas. Luego Smetana hizo una breve estadí­a en Praga, apenas el tiempo suficiente para comprometerse oficialmente con Bettina Ferdinándova y volvió a salir inmediatamente para Gí¶tergorg, donde pasó una temporada invernal muy cargada, ocupado con la dirección de la Sociedad Filarmónica (en cuyo seno operaban la orquesta y el coro), con los conciertos de cámara y con la señora Froejda Benecke, hacia la que se dirigí­an las simpatí­as del compositor bohemio (quizá en mayor grado que el imaginado por su prometida de Praga). En el curso de aquella temporada invernal Smetana también tuvo tiempo de componer un tercer Poema Sinfónico Haakon Jarl inspirado en un drama escrito en 1807 por el danés Adam Oehlenschlí¤ger (1779-1850).

Sin embargo, en el año de 1861 el destierro de Smetana llegó a su fin, gracias a los acontecimientos polí­ticos europeos que favorecieron su regreso definitivo a su patria.

La madurez: luchas y éxitos

Después de las derrotas sufridas en Magenta y Solferino en junio de 1859 por obra de Napoleón III y de Vittorio Emanuele II, el emperador Francisco José emprendió una polí­tica menos restrictiva en relación con los pueblos que formaban parte de su reino. En Bohemia fue alejado el barón Bach y se inició un perí­odo de deshielo. Para Smetana habí­a llegado el momento de regresar. En 1860 contrajo matrimonio en Praga y habí­a regresado a Gí¶teborg, pero en marzo del año siguiente dio su adiós a la ciudad sueca. Sin embargo, antes de retornar a Praga quiso organizar una tournée europea con el objeto de presentar sus composiciones, si bien, en este punto, no tuvo éxito ni en Europa ni en su patria.

Smetana era considerado un compositor peligrosamente orientado hacia la vanguardia, como atestiguaban, por otra parte, sus frecuentes contactos con Liszt. Por este motivo, cuando en Praga se abrió el Teatro Provisional, no le fue confiada su dirección. Fue la primera de las desilusiones que sufrió y que, a partir de aquel momento, constelaron la vida de Smetana. El Teatro Provisional fue inaugurado el 18 de noviembre de 1862 con Il portatore d»aqua, de Luigi Cherubini, es decir, con una ópera-comique de un autor italiano, debido a que no existí­a una ópera lí­rica que pudiera considerarse bohemia. Smetana se encontró aislado entre el partido de los moderados y el de los extremistas. Prosiguió solo, emprendiendo la actividad de crí­tico musical, en la que no ahorró ataques al Teatro Provisional y a su director Mayr, propugnando lo que él consideraba un verdadero arte nacional.