Basura


A propósito de la propaganda electoral-electorera que ya tapiza, según ellos disimulada, postes, vallas, piedras, árboles y muppies, con imágenes todas desagradables: por feos, por lo que se les sabe, por lo mal que caen y porque al fin de cuentas ya sabemos que todos han sido cortados con la misma tijera, que todos quieren lo mismo, poder y dinero, abusar (más de lo que ya lo han hecho), holgazanear cuatro años, quizá algunos lo han hecho toda su vida y continuar con este proceso de destrucción del paí­s, de la patria, de la vida. Sabiendo esto no sé por qué votamos, aunque yo no sé si lo haré. En fin, les comparto un breve cuento escrito por mí­, sobre otra ví­ctima de este proceso de falsedad que enfrenta Guatemala:

Claudia Navas Dangel
cnavasdangel@yahoo.es

Erector alumbrator (publicado en Mis insectos son íngeles, en 2001)

Algo me indica que otra vez van haber elecciones, ya he visto pasar varias veces a esos tipos vestidos de verde (esperanza, ja, ja, ja, es preferible reí­r que llorar…) y a los que que tienen la mano empuñada (huyyyyyyyy). Qué joder, ya van a empezar con esas cancioncitas chillonas. De nuevo vendrán tirando besos por el aire, dejando atrás las calles llenas de pica pica y basura y, ni qué decir del montón de latas de agua y bolsitas de tortrix.

 

Otra vez, empieza la historia que a mí­ en lo personal me acarrea tantos problemas.

 

Siempre tengo que ser yo, la ví­ctima de tanta farsa. Quieren gracias a mí­, comprar votos y abusan fí­sicamente de mi ser. Me arañan bruscamente, mientras escalan mi figura sin emociones. Luego me dejan lleno de ese lí­quido pegajoso y blancuzco, esperando a que la temperatura baje para de nuevo llegar hasta mí­ y estampar su sonrisa lacónica y estúpida.

 

Y así­, por dí­as, meses y semanas, vienen unos tras otros y yo sigo aquí­ fiel a mis raí­ces, mostrando la cara alegre de este carnaval detrito. Hasta que gracias a la lluvia chingona, se vaya despegando de mí­ tanta propaganda.