MALí‰VOLA PROPUESTA DEL MINISTRO DE FINANZAS


Al enterarme de la «propuesta» del Ministro de Finanzas Públicas sobre el llamado Impuesto de Reconstrucción, que según él los empleados públicos y los trabajadores de las empresas privadas deben aportar forcivoluntariamente dicho tributo; me dio tanta cólera por dicha actitud que contiene una fuerte carga de hiel de injusticia, mayormente que los funcionarios y los empresarios están libres de este gravamen ¡Qué de al pelo! Como él devenga un grande y jugoso salario, que le permite tener un superávit presupuestario, ¿Qué le importa que otros sufran un desmedro en su economí­a familiar ¡En Guatemala infortunadamente se devengan salarios que lloran sangre; porque a pesar que todo sube de precio, el gobierno no ha implementado una polí­tica de aumento salarial; asimismo sucede en varias empresas de la iniciativa privada, donde hasta se trabaja de más y no es remunerado dicho tiempo laboral.

ALFREDO ALFONSO GIL, Saifre7@yahoo.com

El gobierno de Guatemala tiene los fondos suficientes, y la obligación moral y legal de entrarle a la reconstrucción del paí­s, aunado al millonario aporte de la Comunidad Internacional en Euros y dólares que han ofrecido, que de sobra alcanza para la reconstrucción que se tiene programada. Si el presidente ílvaro Colom Caballeros acepta esta malévola propuesta de su Ministro, se estarí­a sepultando polí­ticamente él su partido polí­tico, ya que esta `proposición ingeniosa inflamada del infierno, es una barrabasada que sólo a este señor de las finanzas del paí­s se le pudo haber ocurrido «en tiempos de solidaridad».

Lo que me llama poderosamente la atención de todo esto, que han sido pocos los sectores populares del paí­s que se han pronunciado en contra de esta propuesta-atropellamiento que va en detrimento de la Clase Trabajadora del paí­s; parece que algunos de estos sectores se ha dedicado más a actividades cosméticas e intrascendentes, que no hunden ni siquiera la epidermis de las verdaderas necesidades del pueblo de escasos recursos económicos… ¡Qué lástima! Ahora saliendo de la fantasí­a y entrando al mundo de la realidad, es que el guatemalteco ya no soporta más y más cargas de tributos que están empobreciendo en aumento a los sectores más desposeí­dos del paí­s. A no ser que se tenga masivamente planificado, incrementar los indigentes que ya abundan en toda Guatemala. Organicemos y manifestemos nuestro NO, a esta barrabasada de propuesta.