Preparan liberación de Aung San Suu Kyi


Una miembro de la Liga por la Democracia espera por la liberación de Aung San Suu Kyi en Myanmar. FOTO LA HORA: AFP

Los servicios de seguridad birmanos preparan la liberación inminente de Aung San Suu Kyi, sí­mbolo de la disidencia a la junta militar, indicaron fuentes oficiales unos dí­as después de elecciones denunciadas sin reservas por Occidente y la oposición.


Los 18 meses de arresto domiciliario que purga la Nobel de la Paz, la última hasta ahora de una larga serie de sanciones, terminan el sábado.

Las distintas informaciones apuntan a una liberación de la que desde hace más de 20 años simboliza la resistencia democrática en Birmania. Su hijo menor, Kim Aris, de 33 años, que vive en Gran Bretaña y que no la ha visto desde hace unos 10 años, está en Bangkok para tratar de obtener un visado.

«Aún no hemos recibido instrucciones de responsables superiores sobre su liberación. Pero preparamos el plan de seguridad para el 13 de noviembre», declaró un responsable que pidió mantener el anonimato.

La orden caerá «en el último minuto», estimó por su parte otra fuente birmana.

La liberación de la opositora se producirí­a así­ unos dí­as después de las primeras elecciones en 20 años, celebradas el domingo.

Los comicios fueron impugnados por Occidente y la oposición, que denunciaron múltiples fraudes.

Un dirigente del partido favorable a la Junta reivindicó más o menos 80% de los escaños en las futuras asambleas nacionales y regionales. La televisión estatal lo confirmó hoy, al atribuirle 48 de los primeros 60 escaños de la Cámara de los Representantes-

Desde hace meses, los observadores estiman que el régimen del generalí­simo Than Shwe terminará liberando a Suu Kyi, a la que mantuvo alejada de las elecciones.

Pero también destacan que el hombre fuerte de la junta, que detesta a la disidente, la ha liberado dos veces antes de volver a encerrarla.

En mayo de 2009, Suu Kyi estaba a punto de ser liberada cuando un estadounidense consiguió nadar hasta su domicilio de Rangún, ubicado a orillas de un lago. En agosto de ese mismo año fue condenada a 18 meses de arresto domicilio suplementario.

En ví­speras de una eventual liberación, la dirigente está polí­ticamente más aislada que nunca. Su victoria de 1990, cuando su partido, la Liga Nacional por la Democracia (LND) ganó las elecciones, parece muy lejana.

El resultado de aquellos comicios no fue reconocido y la opositora nunca logró el poder, pasando 15 de los últimos 20 años privada de libertad.

Pero su victoria le dio una legitimidad en Birmania y en el extranjero que la junta ha tratado de romper con las recientes elecciones.

Suu Kyi boicoteó los comicios, al igual que la LND, que fue oficialmente disuelta. En tales condiciones, el futuro polí­tico de la disidente parece muy incierto.

Los dirigentes de la Liga indicaron el miércoles que ella organizarí­a una conferencia de prensa después de su liberación, cuya fecha ignoran. «Hemos pedido a las autoridades oralmente. Ellos no respondieron. Vamos a pedirles por escrito», dijo Nyan Win, su portavoz.

Simultáneamente, la junta acusó a «terroristas» de cometer «actos subversivos para perturbar la estabilidad del Estado», después de los enfrentamientos del lunes en el este del paí­s entre el ejército y los rebeldes Karen.

Los combates provocaron el éxodo hacia Tailandia de unas 20.000 personas. Si bien todas ellas volvieron a sus hogares, la tensión persistí­a en el paí­s donde viven numerosos grupos étnicos que nunca han tenido relaciones pací­ficas con el gobierno central y que representan un peligro mayor para la paz.

Varias fuentes evocaban la hipótesis de una ofensiva inminente del ejército contra ciertos grupos rebeldes en los confines del paí­s.