Crisis amenaza esfuerzos de la lucha antidroga en Europa


Un adicto a la cocaí­na prepara su consumo, en un lugar de Barcelona, destinado a desintoxicarse paulatinamente. FOTO LA HORA: AFP JOSEP LAGO

La crisis económica y la austeridad presupuestaria amenazan los esfuerzos de la lucha contra la droga en Europa, y hacen temer un aumento del consumo entre las personas en situación precaria, estima el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomaní­as (OEDT).


En su informe anual publicado el miércoles en Lisboa, el OEDT señala que «cuando Europa inicia un periodo de austeridad económica, con un nivel cada vez mayor de desempleo juvenil, crecen los temores de que pueda aumentar también el consumo problemático de drogas».

«Las comunidades deprimidas y marginadas tienen siempre un mayor riesgo de experimentar problemas con las drogas y sufrir los daños colaterales de delincuencia e inseguridad», agrega.

«Los servicios destinados a consumidores de drogas están cada vez más amenazados por los recortes presupuestarios», señala el informe que advierte contra decisiones cuyos costos a largo plazo excederán ampliamente los eventuales ahorros realizados a corto plazo.

El OEDT manifiesta su preocupación por el cuestionamiento de uno de los pilares de la respuesta europea al problema de la droga, es decir la propuesta de tratamientos eficaces. La UE tiene más de un millón de consumidores de droga en tratamiento, 670.000 de los cuales en sustitución de opiáceos, cifra que se decuplicó desde 1993.

Estos progresos importantes deben ser apoyados ya que numerosos indicadores están en rojo, argumenta el OEDT, señalando que los problemas ligados a la heroí­na no retroceden en Europa y que el consumo por inyección intravenosa es el más corriente en muchos paí­ses de Europa del Este (Rumania, Estonia, Eslovaquia).

Además, el consumo en Ucrania y en Rusia, cuatro veces superior al de la UE, que se acompaña con altos niveles de infección por el VIH, es considerado por el OEDT como una amenaza para la salud pública y para la seguridad en la UE, a raí­z de los problemas ligados a la corrupción y al crimen organizado.

Por lo demás, hay en el territorio europeo cada vez más laboratorios de fabricación o de transformación de droga.

El cultivo del cannabis, la droga más extendida en Europa, parece aumentar: 29 paí­ses europeos dieron cuenta de una producción doméstica de hierba en 2008, aunque la resina sigue siendo importada mayoritariamente de Marruecos.

Los decomisos de plantas han aumentado desde 2003, llegando a 43 toneladas en 2008 en España y a 15 en Bulgaria.

«La idea que la gente se hace es la de una maceta en el balcón o unas cuantas plantas en el invernadero», explica Wolfgang Gí¶tz, director del OEDT. «Pero la realidad es totalmente distinta: el crimen organizado ha comprendido los beneficios que podí­a sacar de un cultivo a gran escala cerca de su mercado de destino», argumenta.

Además, la multiplicación en Europa de laboratorios de tratamiento de la cocaí­na, la segunda droga más consumida, demuestra las técnicas «cada vez más sofisticadas» para introducir la cocaí­na procedente de América del Sur.

Unos 30 laboratorios fueron descubiertos en 2008, todos en España. La cocaí­na era incorporada en diversos soportes (cera, plástico, ropa…) y disociada luego en esas instalaciones clandestinas.

Finalmente, la producción mundial de anfetaminas sigue concentrada en Europa, donde se encuentra más del 80 por ciento de los laboratorios, según la Oficina de la ONU contra la droga y el crimen.

CIFRAS Y TENDENCIAS Las drogas en Europa


CANNABIS

Unos 75,5 millones, es decir 22,5%, de los europeos de entre 15 y 64 años han consumido cannabis al menos una vez en su vida, 23 millones (6,8%) en el año precedente y 12,5 millones (3,7%) durante el último mes.

El cannabis sigue siendo la droga prohibida «más popular» en Europa, pero su consumo varí­a de 1 a 30 según los paí­ses.

Globalmente, el consumo se estabiliza o se orienta a la baja, salvo en algunos paí­ses del Este.

Precio medio de venta al por menor: entre 3 y 10 euros el gramo por la resina, entre 3 y 16 euros por la hierba.

COCAíNA

Unos 14 millones de adultos europeos (4,1%) han consumido cocaí­na al menos una vez, 4 millones (1,3%) en el año precedente y 2 millones (0,5%) durante el último mes.

La cocaí­na es la segunda droga prohibida más consumida. Los niveles altos de consumo se registran sobre todo en Europa occidental.

Los cocainómanos representan una cuarta parte de los ingresos para tratamiento, y son censados esencialmente en España, Italia y Gran Bretaña. Esos pacientes se dividen en dos grupos totalmente distintos: las personas socialmente bien integradas que aspiran la droga, y los toxicómanos marginados, que se inyectan cocaí­na o crack.

Precio: entre 50 y 70 euros el gramo.

í‰XTASIS

Unos 11 millones de adultos (3,3%) han consumido al menos una vez, 2,5 millones (0,8%) en el año precedente; la casi totalidad de ellos tienen entre 15 y 34 años.

Precio: entre 4 y 10 euros el comprimido.

ANFETAMINAS

Unos 12 millones de adultos (3,7%) han consumido anfetaminas al menos una vez, dos millones (0,6%) en el año precedente.

Precio: entre 9 y 20 euros el gramo

OPIíCEOS – HEROíNA

Entre 1,2 y 1,5 millones de europeos consumen heroí­na u opiáceos.

En Europa, 4% de los fallecimientos de jóvenes de entre 15 a 39 años serí­an debidos a la droga, tres cuartas partes de ellos a los opiáceos.

La heroí­na es la principal droga consumida en más del 50% de los pedidos de tratamiento. Unos 670 mil consumidores de opiáceos recibieron un tratamiento de sustitución en 2008.

Precio: entre 25 y 80 euros el gramo, muy superior en los paí­ses nórdicos (107 euros en Dinamarca, 133 en Suecia).