Un nombre que quizá las generaciones presentes ya no recuerdan. Una esquela y un programa a su honor en el lánguido programa CHAPINLANDIA de TGW, la Voz de Guatemala, fue la única noticia que se tuvo de este singular, docente, virtuoso y talentoso compositor nacional; gran arreglista musical de marimba que dejó de existir en los últimos días de febrero en Villa Nueva, departamento de Guatemala.
Ni la institución que dice servir, atender y proteger a los músicos de Guatemala tuvo la dignidad de dar a conocer el deceso de este marimbista que le dio lustre y fama a nuestra patria con su Marimba NIí‘A DE GUATEMALA, que deleitó a los amantes de nuestro instrumento nacional en los diez años de primavera que se gozó antes de la invasión mercenaria de la llamada liberación.
Desde la Radio Nacional TGW se difundía el original programa, donde se exaltaba a la Patria y era precisamente esa gran marimba que irradiaba con sus notas la producción de nuestros compositores, contando, desde luego, con el repertorio exquisito del extinto director don PASTOR GABRIEL MENCOS.
Da tristeza que en los medios de comunicación sólo haya espacios para artistas extranjeros y se deje a un lado a los mejores ciudadanos, mejor dicho: se ignoren, se maten y se olviden para siempre a los que dejaron su vida por enaltecer los valores culturales que van desapareciendo poco a poco dentro del caos nacional que se vive actualmente.
Ingratitud de los que, por obligación, deben enaltecer y premiar a los que ponen en alto a esta Patria nuestra que nos vio nacer.