Italia preocupada por su patrimonio arqueológico


Personas caminan por la Via dell

El derrumbe de la antigua casa de los gladiadores de Pompeya, localizada en uno de los sitios arqueológicos más visitados de Europa, preocupa a expertos e instituciones, que temen por el futuro de lugares como el Coliseo de Roma, la catedral de Florencia y las torres medievales de Bolonia.


Turistas visitan el sitio donde se encontraba el Domo de Gladiadores en Pompeya. FOTO LA HORA: AFP ROBERTO SALOMONE

«Sin fondos y sin mantenimiento, el tesoro cultural de Italia corre el riesgo de colapsar», advirtió a la AFP Alessandra Mottola Molfino, de la asociación de defensa del medio ambiente y los bienes culturales Italia Nostra.

«Todos los monumentos históricos italianos están en peligro, como Pompeya se encuentra la catedral de Florencia, la casa de Nerón en Roma, la Domus Aurea, y muchas mansiones de Lucca», agregó.

Para la experta, sólo la basí­lica de San Pedro y la catedral de Milán gozan de total seguridad gracias a empresas especializadas que garantizan su mantenimiento y la reparación de cualquier grieta.

Representantes de instituciones y especialistas apuntan contra el gobierno conservador de Silvio Berlusconi, que decidió, frente a la crisis económica, un recorte de gastos de 280 millones de euros en los próximos tres años, de los cuales 58 millones este año del ministerio de Cultura.

La medida generó inclusive la protesta del ministro de Cultura, Sandro Bondi, un fiel de Berlusconi, quien amenazó renunciar tras el programa de drásticos recortes decidido por el ministro de Economí­a, Giulio Tremonti.

El derrumbe el domingo de la antiquí­sima casa de Pompeya, una de los principales atracciones turí­sticas de la pení­nsula, fue tildado por varios editorialistas como un «acontecimiento vergonzoso» para el gobierno y el paí­s, que cuenta con uno de los mayores patrimonios arqueológicos y artí­sticos del mundo.

La casa de los gladiadores, de 8 metros por 10, con una altura de 6, construida hace 2.000 mil años, se desplomó por «las lluvias abundantes y la restauración con cemento armado hecha hace años», explicó Bondi, quien viajó a Pompeya para supervisar los daños.

«Se necesitan recursos adecuados para conservar el inmenso patrimonio artí­stico e histórico de Italia», reconoció.

«La negligencia y la ausencia de mantenimiento provocan daños irreversibles a nuestro patrimonio», advirtió por su parte el presidente de la Asociación Nacional de Arqueólogos, Tsao Cevoli.

La caí­da en mayo pasado de pedazos de cal del Coliseo de Roma, las vibraciones por el tráfico y el ruido a su alrededor, generaron fuerte preocupación sobre el estado del monumento, emblema de la capital italiana y entre las ruinas históricas más visitadas del mundo.

El responsable de la restauración lanzó un verdadero grito de alarma ya que considera indispensable un proyecto más ambicioso para protegerlo.

Pese a ello, el Coliseo sigue recibiendo diariamente miles de turistas al dí­a y busca patrocinadores para la restauración de la fachada, que se calcula costará unos 25 millones de euros.

Para la organización italiana de defensa del medio ambiente FAI, el gobierno debe suspender los recortes, mientras la principal formación de oposición, el Partido Democrático (PD), convocó al ministro Bondi al Parlamento para que ofrezca explicaciones y pide su renuncia por el derrumbe de Pompeya.

«Corremos el riesgo de que nuestro patrimonio pase a manos de un comisario especial de la Unión Europea, de la ONU o la UNESCO, porque no logramos conservarlo», sostiene el parlamentario europeo Pino Arlacchi, quien recuerda que ese valioso tesoro «pertenece a la humanidad» entera.