Lenta identificación de ví­ctimas de tragedia aérea


Vista del accidente, la noche en que ocurrió. FOTO LA HORA: AFP ESCAMBRAY NEWSPAPER

La identificación de los restos de los 68 ocupantes del avión que se estrelló el jueves en el centro de Cuba avanza lentamente y con dificultad debido al deterioro de los cuerpos y a que 28 de las ví­ctimas eran extranjeros, afirmaron este domingo los investigadores.


«La identificación de las ví­ctimas del accidente aéreo puede tornarse lenta, básicamente por la diversa procedencia de los extranjeros y el estado de los cuerpos», dijo a la prensa Reynaldo Rodrí­guez, jefe de Medicina Legal de la central provincia de Sancti Spí­ritus, donde se produjo la tragedia.

El avión, un ATR 72-212 de la aerolí­nea cubana Aerocaribbean, cubrí­a la ruta entre la oriental ciudad de Santiago de Cuba y La Habana, y se estrelló el jueves en una zona de espesa vegetación en Guasimal, Sancti Spí­ritus, 400 km al este de La Habana, con 61 pasajeros y siete tripulantes.

Embajadas de los paí­ses de donde procedí­an los 28 extranjeros están a la espera de la repatriación de cuerpos. «El equipo forense cubano está trabajando intensamente», pero «hasta el momento no tenemos ninguna confirmación oficial», declaró a la AFP Javier Figueroa, consejero de la embajada de Argentina.

«Nos mantenemos en contacto constante con el Instituto de Medicina Legal y aportaremos todos los datos que sean necesarios para la identificación de los 10 argentinos», añadió Figueroa, al destacar que un avión de la fuerza aérea de su paí­s «está listo» para trasladar a Cuba a los familiares de las ví­ctimas, sin precisar fechas.

Por su parte, el embajador de México en Cuba, Gabriel Jiménez Remus, explicó que el gobierno cubano solicitó a su paí­s muestras de ADN para facilitar la identificación de los siete mexicanos muertos en la catástrofe.

«Esto va a ser un procedimiento profesionalmente serio, pero lento y doloroso», dijo Remus, tras considerar contraproducente que los familiares de las ví­ctimas viajen de inmediato a Cuba pues serí­a «someterse a 10 o 12 dí­as de angustias».

La identificación de los cuerpos calcinados está a cargo de un equipo de expertos del Instituto y del Laboratorio de Criminalí­stica del Ministerio del Interior, encabezado por el forense Jorge González, jefe del equipo que halló e identificó los restos del guerrillero argentino Ernesto Che Guevara en Bolivia en 1997.

González sostiene que su paí­s está en «plena capacidad» para asumir con sus propios medios y personal ese trabajo, aunque recaba el apoyo de los familiares de los extranjeros para facilitar el proceso de identificación.

El avión, un turbohélice que entró en operaciones en 1995, volaba para la empresa cubana desde 2006, y tení­a un promedio de 25.000 horas de vuelo en más de 34.500 viajes, según la empresa fabricante, la franco-italiana Avions de Transport Regional (ATR).

Se precipitó a tierra tras sobrevolar Guasimal de forma errática y a baja altura unos 15 minutos, y luego ardió por unas cuatro horas, según dijeron a la AFP vecinos del lugar.

«Todos los cadáveres están calcinados, excepto dos», dijo el fiscal de Sancti Spí­ritus, Rolando Dí­az.

Además de argentinos y mexicanos, a bordo del avión viajaban un venezolano, tres holandeses, dos alemanes, dos austriacos -aunque Austria dijo que se trataba de dos australianos-, y un japonés, según las autoridades cubanas.

Una comisión del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC) investiga las causas del accidente, tras hallar la caja negra y de voz, y anunció que preservará el lugar donde cayó el avión hasta el próximo martes, a la espera de la llegada a la isla a de un equipo de expertos de ATR.