Con gran revuelo, la compañía minera Montana Explorada, inició sus operaciones en San Miguel Ixtahuacán en octubre de 2005, dividiendo opiniones entre grupos ambientalistas que se muestran en contra y entre el Ministerio de Energía y Minas (MEM) que indica como positivo el desarrollo de la industria minera en el país.
mespana@lahora.com.gt
Según Selvin Morales, director general de Minería, el enfoque minero en Guatemala ha cambiado desde que Montana inició sus operaciones, dándole la oportunidad al país de conocer los recursos naturales que posee. «La exploración minera es agresiva, pero toda actividad humana tiene impacto ambiental, lo que hay que promover es el desarrollo humano», finaliza Morales.
Ante esto difiere Julio González, del Colectivo Madre Selva, «a partir de haberse posicionado la empresa en el área de San Miguel, se ha creado un conflicto social que ha divido a la población (…) la herencia a largo plazo es la producción de drenaje ácido que puede llegar a contaminar los ríos de forma irreversible». Lo anterior lo objeta inmediatamente el MEM, al decir que se cuenta con la tecnología necesaria para evitar este tipo de contaminación. La única coincidencia que existe entre ambas partes es el aumentar las regalías que deja la exploración al país.
Según información oficial de Montana Exploradora «generamos empleo para más de dos mil personas, nuestro personal goza de todos las prestaciones y somos socios de los gobiernos municipales anfitriones, que promueven el desarrollo integral de las comunidades», algo que difiere rotundamente González.