El ecosistema de la tortuga marina podría desaparecer o convertirse en una zona muerta si el Estado guatemalteco concede a Tikal Minerals SA. y G4G Resources Ltd., los permisos para extraer hierro; por el momento, las compañías reconocen la totalidad de la costa del Pacífico en busca de minerales que explotar.
Lucía Gutiérrez, de la Asociación de Biología Marina (ABIMA), aseguró que se requiere de una tonelada de arena para extraer tres barras de hierro de tres metros cada una; la extracción de ese y otros minerales significaría la muerte para múltiples ecosistemas marinos, incluido el de las tortugas.
En Guatemala anidan cinco de las siete especies de tortugas existentes en el planeta, entre ellas la Parlama, la Tortuga Negra, la Carey y la Baule; en el 2009 el Consejo Nacional de íreas Protegidas (CONAP) reportó un 87 por ciento de efectividad en la liberación de neonatos, enfatizó Gutiérrez.
Esa especie tiene altas concentraciones de hierro en su cerebro, que le permite dibujar en su imaginario rutas bajo el agua para identificar las playas correctas para anidar, al mismo tiempo, el hierro en las playas constituyen una brújula que le indica la meta.
Sí el Estado permite la extracción del hierro, el ecosistema de las tortugas desaparecerá; similar situación padecerían los delfines y las ballenas, en tanto el turismo ecológico que ha iniciado a cobrar auge en el país, se vería severamente afectado, añadió la profesional.
Actualmente, el 2.5 por ciento del territorio nacional, que corresponde a las costas del pacífico, una de las zonas más importantes a nivel internacional por sus recursos naturales y concentración de manglares, se encuentran en fase de reconocimiento de metales, principalmente de hierro por parte de Tikal Minerals y G4G Resources.