Cine del Mediterráneo, marcado por la guerra


El Festival de Cine del Mediterráneo, que culminó el fin de semana atribuyendo su Antí­gona de Oro al corrosivo filme español «La Mosquitera», demostró la vitalidad de la producción cinematográfica de esta región del mundo marcada por las guerras, presentes, pasadas y futuras.


«Varios focos de tensión nutren las temáticas» abordadas en el cine de los paí­ses del Mediterráneo, dijo a la AFP Jean Franí§ois Bourgeot, director de este certamen que reúne en Montpellier (sur de Francia) la cinematografí­a de los paí­ses bañados por ese mar. «Pero también el humor», recalcó.

«El conflicto del Medio Oriente, los demasiados lentos procesos de reconciliación en los Balcanes y los nacionalismos, que no están apagados» quedaron reflejados en una buena parte de las cerca de 250 pelí­culas proyectadas en este Festival internacional, conocido como Cinemed.

El responsable de Cinemed, creado hace 32 años, reconoció que el nivel de desarrollo del Séptimo Arte en esta región del mundo es «bueno, pero desigual».

«La libertad de representar el mundo no es la misma en todos los paí­ses del Mediterráneo», dijo Bourgeot, recordando que el trato de «asuntos vinculados con la sexualidad se enfrenta a limitaciones en el mundo árabe-musulmán».

Pero las «ganas de contar historias contemporáneas» hace que el cine de esa región se caracterice también por una «cierta ligereza, un gran apetito por la vida y sus placeres», subrayó Bourgeot, para quien los premios del jurado reflejaron esa diversidad y riqueza.

«La Mosquitera», del catalán Agustí­ Vila, se alzó con el máximo galardón, mientras que el premio del joven Público recompensó el filme serbio «The Woman with the broken nose», de Srdjan Kolvejic, y el Jurado de la crí­tica consagró «La Prima cosa bella», de Paolo Virzi, una entrañable tragicomedia italiana.

«La Mosquitera» es «una comedia negra, cruel, de una gran inteligencia, que nos incomodó. Y nos gustó mucho ser incomodados así­», subrayó Mazarine Pingeot, escritora y comentarista francesa que formó parte del Jurado compuesto por realizadores, escritores y crí­ticos de cine.

Entre los momentos fuertes de este Festival, que fue inaugurado por la madrina del certamen, la actriz Carmen Maura, destacó el encuentro entre dos de las actrices más fuertes del cine israelí­ y árabe: Ronit Elkabetz y Hiam Abbass, que hablaron de cine, «como dos hermanas».

El Festival, que se inauguró con «De vrais mensonges» de Pierre Salvadori, en presencia de sus dos actrices, Nathalie Baye y Audrey Tautou, concluyó el sábado con «Pí´tiche», de Franí§ois Ozon, interpretado por dos de los «monstruos sagrados» del cine francés, Catherine Deneuve y Gérard Depardieu.

Bourgeot, que rindió homenaje en esta edición a uno de los grandes maestros del cine italiano, el irreverente Marco Ferreri, y al también italiano Dario Argento, sueña con la presencia en Montpellier del cineasta español Pedro Almodóvar.

«Adorarí­a invitar a Almodóvar acompañado de todas las actrices que han interpretado sus filmes», dijo.

«Y también me gustarí­a mucho degustar un plato de espaguetis con Francis Coppola y Martin Scorsese, los dos mejores representantes de un Mediterráneo que partió al otro continente, para suerte del cine estadounidense».

Pero «los sueños son un poco como los fantasmas. Quizá no es necesario que se realicen», concluyó Bourgeot, quien empezó ya a pensar en la próxima edición de Cinemed.