Falleció ex presidente Néstor Kirchner


La fotografí­a de archivo muestra a la presidenta argentina Cristina Fernández (D) cuando abraza a su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, en una actividad pública. AFP PHOTO/PRESIDENCIA

El peronista Néstor Kirchner, ex presidente de Argentina entre 2003 y 2007, y marido de la actual presidenta, Cristina Kirchner, murió hoy a los 60 años en El Calafate (sur) de un infarto fulminante, informó el médico presidencial Luis Buonomo.


La fotografí­a de archivo muestra al ex presidente de Argentina Néstor Kirchner, mientras abraza a Hebe de Bonafini, de las Madres de la Plaza de Mayo. AFP PHOTO / JUAN VARGAS

Kirchner, que tení­a un largo historial de dolencias cardí­acas, «falleció a raí­z de un episodio de muerte súbita», dijo Buonomo a la prensa en Buenos Aires, poco antes de viajar a El Calafate.

El ex presidente se encontraba con su esposa en la residencia familiar en esa localidad de la provincia de Santa Cruz, cuando sufrió una descompensación y debió ser trasladado a un hospital de urgencia.

Su muerte cayó por sorpresa en Argentina, que se encontraba además semiparalizada por un feriado decretado para la realización del censo nacional.

En la Casa Rosada, la sede de la presidencia en Buenos Aires, la bandera ondeaba a media asta y la gente empezaba a congregarse. Se veí­an flores y un mensaje colocado en la reja daba ánimo a Cristina Kirchner: «Fuerza Sra. Presidenta».

En las redes sociales circulaba una convocatoria a homenajear a Kirchner hoy mismo a las cinco de la tarde (hora de Guatemala) en la Plaza de Mayo.

«Se fue alguien indispensable. Nuestro paí­s lo necesitaba tanto a este hombre que dio la vida por su paí­s», dijo Estela Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, institución que logró avances en la recuperación de nietos robados en la dictadura (1976-1983) con apoyo del Gobierno.

«No sé qué hacer con Cristina, con ella que ahora se queda al mando de un paí­s pero tan sola… ¿no?», dijo Carlotto.

El ex mandatario tení­a dos hijos, Máximo de 32 años y Florencia de 19, fruto de su matrimonio con Cristina, a quien conoció mientras ambos estudiaban Derecho en la Universidad de La Plata (60 km al sur de la capital) y compartí­an la militancia en la Juventud Peronista en los tumultuosos años 70.

El diputado, lí­der del gobernante partido Justicialista y secretario general de Unasur, ya habí­a sido intervenido en febrero pasado de urgencia por una afección en la arteria carótida derecha y en septiembre sufrió una obstrucción en una arteria coronaria.

De carácter irascible e implacable con sus adversarios, Kirchner construyó su poder a fuerza de un estilo personalista que a nivel nacional intentó superar con un llamado a la «transversalidad» polí­tica (alianzas con otras fuerzas) que no se llegó a plasmar en los hechos.

Fue tres veces gobernador en los años noventa de su provincia natal de Santa Cruz (sur), pero en junio de 2009 fijó residencia en la mansión oficial de Olivos (en las afueras de la capital) para poder postularse en las legislativas de junio de 2009 como candidato de la provincia de Buenos Aires.

Su carrera polí­tica se cimentó sobre las cenizas de la enorme crisis económica de 2001.

«Â¡Nos sacamos de encima al FMI!», exclamó con euforia cuando a mediados de la década consiguió finalmente cancelar toda la deuda con el Fondo Monetario Internacional, una de sus bestias negras, por unos 9.500 millones de dólares y en un sólo pago.

Su muerte produjo reacciones de consternación en Latinoamérica.

«Ay mi querida Cristina… Cuánto dolor!», escribió el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en su cuenta de Twitter (@chavezcandanga).

«Qué gran pérdida sufre la Argentina y Nuestra América! Viva Kirchner para siempre!!», añadió el mandatario venezolano, un cercano aliado de los Kirchner.

«Siempre tuve en Néstor Kirchner un gran aliado y fraternal amigo. Fueron notables su papel en la reconstrucción económica, social y polí­tica de su paí­s y su empeño en la lucha común en la integración sudamericana», recordó el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, que decretó tres dí­as de luto oficial.

«Estoy impactado por la sorpresiva muerte de un amigo y compañero de la construcción de una América Latina sin exclusiones», dijo en Asunción el presidente paraguayo Fernando Lugo.