Abren ví­a al ingreso de Serbia


La UE acordó el lunes examinar la candidatura de ingreso al bloque de Serbia, una decisión que recompensa su disposición al diálogo con Kosovo, si bien mantuvo la presión para que Belgrado coopere para detener al ex general serbio Ratko Mladic.


Reunidos en Luxemburgo, los cancilleres europeos solicitaron a la Comisión Europea que se pronuncie sobre la candidatura serbia, un primer paso indispensable para la entrada de ese paí­s en la Unión Europea (UE).

El ejecutivo comunitario prevé dar su respuesta en el segundo semestre de 2011.

«Es una nueva era» para la integración europea de Serbia, se felicitó el gobierno, que presentó su dossier a la UE en diciembre de 2009.

«Es una etapa puramente técnica y todaví­a no hemos acordado a Serbia el estatuto de candidato de la UE, pero simbólicamente es importante», precisaron fuentes diplomáticas.

La mayorí­a de paí­ses eran partidarios de permitir a Belgrado dar ese primer paso para recompensarle por su giro copernicano hacia Kosovo desde que en septiembre aceptó una resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas que aboga por el «diálogo» entre ambas capitales.

Kosovo proclamó de forma unilateral su independencia en febrero de 2008 pese a la oposición de Belgrado, que sigue considerándola una provincia serbia.

«Serbia se mostró cooperativa y se comportó de forma justa ante la ONU», juzgó el jefe de la diplomacia alemana, Guido Westerwelle, en Luxemburgo. Es hora de «aportar nuestra contribución», abogó.

«Es justo» hacer ese gesto con Serbia «teniendo en cuenta los avances», reafirmó la flamante ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez.

Holanda era uno de los pocos paí­ses que se habí­a mostrado reticente a aceptar examinar la candidatura serbia sin que antes se detuviera a los ex militares serbios buscados por la justicia internacional.

Este paí­s acoge en La Haya la sede del Tribunal Penal Internacional por la ex Yugoslavia y guarda dolorosamente en su memoria la masacre de unos 8.000 musulmanes en Srebrenica en julio de 1995, que los «cascos azules» holandeses no lograron impedir.

La Haya reclama el arresto de los últimos fugitivos todaví­a buscados por el tribunal, Ratko Mladic y Goran Hadzic.

El ex general Mladic, de 68 años, está inculpado de genocidio por su papel durante la guerra de Bosnia (1992-1995). En cuanto a Hadzic, fue responsable polí­tico de los serbios en Croacia en el conflicto serbo-croata (1991-1995).

Para satisfacer las reticencias holandesas, los paí­ses de la UE adoptaron un texto en el que condicionan los próximos pasos del ingreso de Serbia en el bloque a «la plena cooperación» con el tribunal de La Haya.

«La prueba más convincente» de esa colaboración serí­a el arresto de los fugitivos Mladic y Hadzic, subraya el texto.

«Haremos todo lo posible, independientemente de las condiciones impuestas por la UE, para hallar a (Ratko) Mladic», prometió el viceministro serbio encargado de la integración europea, Bozidar Djelic, afirmando que su paí­s entra ahora en una «nueva era», en declaraciones a la agencia de su paí­s Beta.