Algunos temas relacionados con la gesta del 44


VALIí“ LA PENA. Causó alharaca y hasta estupor en algunos cí­rculos conocidos por su conservadurismo ultramontano, la llegada y exposición de una inestimable obra de arte. «La Gloriosa Victoria», producto del genio e ingenio de uno de los más grandes muralistas que registra la Historia, como lo es Diego Rivera. No sólo es una obra de arte, sino un testimonio histórico del funesto hecho que constituyó la invasión mercenaria a Guatemala en 1954. No importa quien la haya traí­do, lo importante es dar a conocer en forma artí­stica de grandes kilates, un penoso capí­tulo de la historia de Guatemala. Las nuevas generaciones que saben poco o nada de nuestra historia, deben estar enteradas de estos acontecimientos, no solamente porque proyectan civismo, sino porque estimulan el amor y respeto a la Patria. No faltaron los comentarios con la cantaleta demagógica que el dinero invertido debió destinarse a la educación, la salud, etc. Los que conocen mi trayectoria y mi conducta (valga la inmodestia) saben que no tengo inclinación o compromiso alguno con lo polí­tico, ya sea en lo gubernamental o en los sectores de oposición; mi versión es totalmente apolí­tica, imparcial y objetiva.

Lic. Mario Roberto Guerra Roldán

ACTIVISTAS FEMENINAS EN EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DE 1944. Como sucede siempre en nuestro medio, en todos los estratos sociales, olvidamos a personas o hechos que han sido relevantes en un momento histórico del paí­s. Traigo esto a colación porque se ha ignorado el papel destacado que algunas damas tuvieron durante el régimen revolucionario de 1944 a 1954, y que coadyuvaron al desarrollo educativo y cultural de Guatemala. Séame permitido mencionar los nombres de tan sobresalientes mujeres, que permanecen en mi memoria. Julia Meléndez de Déleon, Zoila Luz Méndez, Marta Delfina Vásquez, Marí­a Luisa Silva Falla, Aí­da Chávez, Helen Chávez, Consuelo Pereira, Chita Ordóñez de Balcárcel, Ofelia Ninfa Cabrera, las hermanas Porras Quiñónez (las Gatas), la ex primera dama Elisa Martí­nez, de nacionalidad argentina, y la educadora española Marí­a de Sellarés. Loor a su memoria.