La Iglesia pide a la ONU que ponga fin a la ocupación israelí­


Benedicto XVI (I) saluda al patriarca de Alejandrí­a, Antonio Naguib, en el Sí­nodo de Obispos sobre Medio Oriente. Los religiosos pidieron el fin de la ocupación israelí­ en la región. FOTO LA HORA: AFP Osservatore Romano

El sí­nodo de obispos de Oriente Medio, reunido en la Santa Sede, pidió hoy a la comunidad internacional, en particular a la ONU, que ponga fin a la ocupación israelí­ «de los diferentes territorios árabes» haciendo aplicar las resoluciones de la ONU.


En su mensaje final publicado el sábado, el sí­nodo, que comenzó el 10 de octubre, lanza un «llamado a la comunidad internacional».

«Los ciudadanos de paí­ses de Medio Oriente llaman a la comunidad internacional, en particular a la ONU, a trabajar sinceramente para una solución de paz justa y definitiva en la región, y eso mediante la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad y la toma de las medidas jurí­dicas necesarias para poner fin a la ocupación de los diferentes territorios árabes por Israel», declaran los obispos, que en su mayorí­a vienen de la región de Medio Oriente.

De esta manera, «el pueblo palestino podrá tener una patria independiente y soberana y vivir en la dignidad y la estabilidad», afirman los prelados. Por su parte, Israel «podrá gozar de la paz y la seguridad dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas», agregan.

«La Ciudad Santa de Jerusalén podrá obtener el estatuto justo que respetará su carácter particular, su santidad y su patrimonio religioso, para cada una de las tres religiones, judí­a, cristiana y musulmana», dicen, «esperando» que «la solución de dos Estados se convierta en una realidad y no quede como un simple sueño».

El sí­nodo hace referencia, sin citarla, a la resolución 242 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que condenó en noviembre de 1967 la «adquisición del territorio a través de la guerra» y pidió el «retiro de las fuerzas armadas israelí­es de los territorios ocupados» luego de la Guerra de los Seis dí­as. A esta resolución le siguieron otras en el mismo sentido.

Durante el sí­nodo, como durante su preparación, se afirmó que el conflicto israelo-palestino es la causa de la situación conflictual en que se encuentra toda la región.

Los obispos, que declararon en varias ocasiones que los cristianos son «las principales ví­ctimas de la guerra en Irak», juzgaron este sábado que el fin del conflicto israelo-palestino permitirí­a también «poner fin a las consecuencias de la mortí­fera guerra» en Irak y «restablecer la seguridad que protegerá a todos sus ciudadanos».

Asimismo, «el Lí­bano podrá gozar de su soberaní­a sobre su territorio, fortalecer su unidad nacional y continuar su vocación de modelo de convivialidad entre cristiano y musulmanes, por el dialogo de culturas y de religiones y la promoción de las libertades públicas».

En este mensaje redactado en árabe, los patriarcas y los obispos de las Iglesias de Oriente condenan «la violencia y el terrorismo de donde quiera que provenga y todo el extremismo religioso», así­ como «toda forma de racismo, antisemitismo, anticristianismo e islamofobia».

El sí­nodo hace un llamado «a las religiones a asumir sus responsablidades en la promoción del diálogo de culturas y de civilizaciones en la región y en el mundo entero».