Petróleo, nuclear y lucha contra el imperialismo


El presidente venezolano, Hugo Chávez, cerró hoy con su homólogo ruso, Dimitri Medvedev, importantes acuerdos en el sector petrolero y para la construcción de la primera central nuclear en Venezuela, y alentó a Rusia a luchar contra el «imperialismo».


«La Unión Soviética dejó un legado, ustedes son los hijos de la Unión Soviética», declaró el presidente venezolano durante una conferencia de prensa común con Medvedev.

Aquella «gran revolución rusa» construyó un camino que «ahora Rusia, generosa, pone a disposición no sólo de Venezuela sino de los pueblos del tercer mundo, de los pueblos del mundo, de ífrica, de América Latina, del Caribe», añadió Chávez.

Asimismo, exhortó a los dirigentes rusos a dejar que «Rusia siga en ese empeño, de contribuir al desarrollo de los pueblos del mundo, como una gran nación que es, de contribuir a la construcción de un mundo nuevo».

«Gracias a Vladimir, gracias a Dimitri», dijo, llamando a su homólogo ruso y al primer ministro, Vladimir Putin, por su nombre de pila, después de haber pronunciado una diatriba contra el «imperialismo» estadounidense.

Anteriormente, responsables de los dos paí­ses firmaron una serie de acuerdos concernientes al petróleo y la energí­a nuclear, así­ como también al automóvil.

De esta forma fue firmado un acuerdo por el dirigente de la Agencia rusa de energí­a atómica Rosatom, Serguei Kirienko, y un responsable venezolano, para la construcción de la primera central de este paí­s en Latinoamérica.

«Â¿Por qué Venezuela no tendrí­a una central?» Esto da independencia, inclusive en caso de caí­da de los precios del petróleo. Nuestras economí­as son vulnerables, hemos discutido», declaró Medvedev.

«Será algo importante como aporte no sólo para Venezuela, sino un aporte tecnológico para el futuro, que requiere la diversificación de las fuentes energéticas», dijo por su parte el presidente venezolano.

La cuestión de esta central nuclear ya habí­a sido negociada durante una visita de Vladimir Putin a Caracas en abril pasado.

De su lado, el primer grupo petrolero ruso, Rosneft, firmó un contrato por 1.600 millones de dólares con la compañí­a pública Petróleos de Venezuela para comprarle su 50% de partes en Ruhr Oí«l, que controla importantes capacidades de refinado en Alemania, y cuyo otro 50% pertenece a la británica BP.

Otro documento firmado durante esta ceremonia en el Kremlin da el apoyo de los dos paí­ses al proyecto de TNK-BP, coempresa en Rusia del grupo petrolero británico y tercer productor ruso de petróleo, de adquirir activos de BP en Venezuela.

«Estamos haciendo lo correcto, acercando nuestras empresas y haciendo, además, compañí­as conjuntas en materia petrolera. Tenemos innumerables proyectos en marcha y otros en estudio», señaló Chávez.

Otro acuerdo de cooperación fue firmado entre la parte venezolana y el productor automóvil ruso Autovaz, fabricante de Lada, del cual Hugo Chávez hizo un elogio, después de haber conducido uno en Moscú.

En cuanto al tema minero, Chávez señaló que «no hemos todaví­a establecido ningún acuerdo en firme, pero vamos caminando hacia allá»

«Rusia está en mi corazón», habí­a declarado anteriormente, cuando colocó en Moscú la primera piedra de un monumento al héroe nacional de su paí­s, Simón Bolí­var.

Rusia es la primera etapa de una gira internacional del presidente venezolano que viajará luego a Belarús y a Ucrania, antes de ir a Irán, Siria y Libia.

Venezuela se ha convertido en un interlocutor clave de Rusia en América Latina, durante largo tiempo considerada como terreno reservado de Estados Unidos y donde Moscú trata de aumentar su presencia.