No a la banalización de la literatura


Mario Vargas Llosa, escritor peruano, ofreció su primera conferencia de prensa tras ser anunciado como el ganador del Premio Nobel de Literatura de este año. FOTO LA HORA: AFP Jefferson BERNARDES

El escritor peruano Mario Vargas Llosa, flamante Premio Nobel de Literatura, expresó ayer durante una disertación en Porto Alegre su temor a la banalización de las letras y la cultura con el crecimiento de los medios electrónicos y el empobrecimiento de la educación.


Ante un auditorio colmado que le recibió con una ovación, Vargas Llosa presentó un análisis sobre la evolución de la cultura en el marco de una serie de conferencias realizadas por el proyecto cultural «Fronteras del pensamiento», su primera disertación desde que le otorgaran el Nobel.

«Las letras y las artes constituyeron hasta ahora el denominador común de la cultura. El espacio donde es posible la comunicación entre seres humanos pese a la diferencia de lenguas, creencias y épocas», afirmó el escritor al destacar que la educación es el principal problema cultural actual.

Para Vargas Llosa «se ha acentuado brutalmente la división de clases a partir de las aulas escolares. (…) El empobrecimiento de la enseñanza pública ha dado a la enseñanza privada -a la que por razones económicas tiene acceso sólo un sector minoritario- un papel preponderante en la forja de los dirigentes polí­ticos y profesionales».

Vargas Llosa destacó que las innovaciones técnológicas han contribuido especialmente a la comunicación, aunque manifestó preocupación.

«Mi temor es que el libro electrónico conduzca de manera fatí­dica a una cierta banalización de la literatura, como ha ocurrido con la televisión -maravillosa creación tecnológica- que con el objetivo de llegar a más (gente) ha ido trivializando sus contenidos», destacó.

Así­, recomendó que «depende de nosotros que impongamos al libro electrónico esa riqueza de contenidos que ha tenido a lo largo de la historia el libro de papel».

«Puedo parecer pesimista, pero mi impresión es que (…) hemos hecho de la cultura uno de esos vistosos pero frágiles castillos construidos sobre la arena que se deshacen al primer golpe de viento», concluyó.

ELOGIOS Izquierda moderada


El peruano Mario Vargas Llosa, que no creí­a que ganarí­a el premio Nobel de Literatura por ser un escritor liberal, señaló ayer que los gobiernos de izquierda de Uruguay y Brasil son «fenómenos muy interesantes» de democracia, al tiempo que se dijo apenado por Argentina.

«Si comparamos América Latina de ahora con años pasados, tuvo un progreso considerable. Cuando era joven América Latina estaba llena de dictaduras, en ese sentido veo un progreso considerable», destacó en conferencia de prensa en Porto Alegre (Brasil, sur), donde dictará este jueves su primera conferencia magistral desde que le fue otorgado el galardón.

«América Latina es bastante democrática, con gobiernos nacidos de elecciones, hay pluralismo polí­tico, con cierta libertad de expresión. Son democracias imperfectas pero democracias al fin», señaló Vargas Llosa, quien fue distinguido por la Academia sueca por «su cartografí­a de las estructuras del poder».

En este sentido, el escritor, que se caracteriza por obras de compromiso polí­tico y que supo ser candidato a la presidencia de Perú en 1990, señaló como «fenómenos muy interesantes» los gobiernos de Uruguay, Brasil y Chile durante la Concertación,

Se trata, dijo, de «una izquierda que respeta la democracia y que incluso en el campo económico renunció a las viejas recetas socialistas y empezó a utilizar las polí­ticas socialdemócratas, liberales».

Por otro lado, también destacó la «derecha democrática, que mantiene la legalidad institucional», en los casos de Chile, Perú o Colombia.

Sin embargo, en su discurso Vargas Llosa se detuvo especialmente a comentar la situación actual en Argentina: «un caso triste, que me apena mucho».

Así­, el escritor criticó fuertemente a los gobiernos actuales y pasados que han llevado a que ese paí­s ya no sea recordado por sus logros en la cultura y educación, y esté sumergido en la corrupción.

Argentina no es un paí­s desarrollado «por razones puramente polí­ticas. Por los malos gobernantes que ha tenido, por los demagogos, desde luego las dictaduras han contribuido a esa ruina. El gobierno actual parece haber tocado fondo de la demagogia, del populismo, de la falta de integridad moral», destacó.

«Es triste pensar que el paí­s de Jorge Luis Borges, de Victoria Ocampo, de la revista Sur y la editorial Sudamericana, hoy en dí­a está en manos de la pareja Kirchner», sintetizó al criticar al actual gobierno de Cristina Kirchner y al anterior, el de su marido Néstor Kirchner.

Sobre la polí­tica brasileña, Vargas Llosa destacó los avances logrados por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que deja el cargo a fin de año.

Sin embargo, afirmó que el presidente encarna «una contradicción, es un lí­der democrático y que luego sale a abrazarse con los hermanos (cubanos Fidel y Raúl) Castro o con (el presidente venezolano Hugo) Chávez, o con (el presidente iraní­ Mahmud) Ahmadinejad».

Como no todas son flores, el peruano destacó que la región todaví­a tiene grandes problemas con la corrupción, «que se extiende como una plaga», y con «el narcotráfico, que es una industria muy poderosa económicamente que compite con el Estado de igual a igual».

Vargas Llosa es el sexto latinoamericano distinguido por el Premio Nobel de Literatura.

El mexicano Octavio Paz (1990), el colombiano Gabriel Garcí­a Márquez (1982), el guatemalteco Miguel Angel Asturias (1967) y los chilenos Pablo Neruda (1971) y Gabriela Mistral (1945), lo habí­an precedido en esa lista.