Ahmadinejad llega a las puertas de Israel


Mahmud Ahmadinejad (I), presidente iraní­, en su visita a Qana, Lí­bano. FOTO LA HORA: AFP ANWAR AMRO

El presidente iraní­ Mahmud Ahmadinejad, partidario de la destrucción de Israel, se encontrará hoy a unos kilómetros del Estado hebreo en el marco de una visita muy publicitada al sur del Lí­bano.


Este desplazamiento es el momento álgido de la visita de Ahmadinejad al Lí­bano, criticada por la mayorí­a parlamentaria pro-occidental libanesa, por Estados Unidos e Israel, que acusan a Irán de armar al Hezbolá chií­ta, el movimiento polí­tico y militar más poderoso del Lí­bano.

En Israel, donde el presidente iraní­ es considerado el enemigo número uno por sus declaraciones sobre el genocidio nazi o la desaparición de Israel, la prensa insistí­a sobre inédita proximidad.

«Ahmadinejad a un kilómetro» titulaba el cotidiano Yediot Aharonot.

«Ahmadinejad más cerca que nunca», insistí­a el diario Maariv.

«Sus intenciones son manifiestamente hostiles y viene a jugar con fuego», afirmó el ministerio de Relaciones Exteriores.

El presidente iraní­ pronunciará un discurso en presencia de miles de personas en la localidad de Bint Jebeil, a unos cuatro kilómetros de la frontera de Israel, teatro de violentos enfrentamientos entre soldados israelí­es y combatientes del Hezbolá durante la guerra de 2006.

Ahmadinejad, que efectúa su primera visita en el Lí­bano desde su elección en 2005, estará por primera vez tan cerca del Estado de Israel, su enemigo jurado y del cual predice a menudo la «desaparición».

También irá a Caná, ciudad sí­mbolo por haber sido objetivo de las incursiones israelí­es y donde los soldados del Estado hebreo mataron a 105 civiles en 1996 y a otras 29 personas, entre ellas a 16 niños, en el conflicto de 2006.

Esos ataques provocaron una ola de reprobación en el mundo.

El miércoles, a su llegada a Beirut, el presidente iraní­ recibió una acogida triunfal, que se repitió por la tarde, durante una manifestación organizada por el Hezbolá en el suburbio sur de Beirut, plaza fuerte del partido.

«Anuncio que el régimen sionista prosigue su decadencia y ninguna potencia puede salvarle (en razón del) frente resistente en el Lí­bano, en Siria, en Palestina, en Irak y en otros lugares», declaró Ahmadinejad en medio de los aplausos.

El campo de la mayorí­a parlamentaria en el Lí­bano, dirigida por el primer ministro Saad Hariri apoyado por Washington y Riad, ve mal esta visita, por el temor de que el paí­s se convierta en una «base iraní­» a las puertas de Israel.

De todas maneras, sus representantes estuvieron presentes en un almuerzo ofrecido por el presidente libanés Michel Suleiman el miércoles en honor de su homólogo iraní­, junto a hombres polí­ticos del Hezbolá y de sus aliados.

Estados Unidos e Israel, enfrentados a Irán respecto al controvertido desarrollo de sus capacidades nucleares y que consideran que el Hezbolá es una organización terrorista, denunciaron la visita de Ahmadinejad.

Estados Unidos afirmó que la visita demostraba que el Hezbolá «tiene más interés en su lealtad hacia Irán que en su lealtad al Lí­bano» y dijo «estar inquieto por el papel que Irán juega en la región».

En Israel, un diputado de extrema derecha, Arié Eldad, propuso eliminar al presidente iraní­, mientras que un alto responsable gubernamental afirmó que el Lí­bano habí­a integrado «el eje de los Estados extremistas» y se habí­a transformado en «cliente de Irán».