Paula desata fuertes lluvias


La imagen satelital muestra el paso de Paula, ahora tormenta tropical, por Cuba. FOTO LA HORA: AFP NASA/NOAA

El huracán Paula, a punto de tocar las costas del occidente de Cuba, desató fuertes lluvias y podrí­a provocar inundaciones en su ruta hacia La Habana y el centro del paí­s, tras ser declarado tormenta tropical este jueves.


A la nueve de la mañana de hoy (hora de Guatemala), el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos precisó que el huracán, noveno de la temporada de 2010, descendió sus vientos máximos sostenidos de 120 km/h a 110 km/h, convirtiéndose en tormenta tropical.

El centro de la tormenta, que provoca intensos aguaceros en el extremo oeste de la isla y en zonas montañosas, se encontraba a 180 km al oeste suroeste de La Habana, cubierta de nubes y donde caí­an lluvias intermitentes.

«Se anticipa un debilitamiento adicional mientras la tormenta abraza la costa norte de Cuba (…) La tormenta continuará recorriendo la costa norte de Cuba e ingresará hacia el interior de la isla», señaló el CNH.

Los vientos de Paula se extienden hasta los 75 km de su centro, azotarán el oeste de Cuba durante este jueves y pueden alcanzar los cayos de Florida (EE.UU., sureste) más tarde, añadió.

La tormenta avanzaba a 9 km/h hacia la costa de la occidental provincia de Pinar del Rí­o, una zona históricamente castigada por los ciclones, donde se concentran los cultivos de prestigioso tabaco cubano.

«Acaba de caer un gran aguacero. Los niños no fueron a la escuela y la gente no salió de sus casas temiendo que fuera peor, pero hasta ahora todo está bien», dijo a la AFP Dania Morales, ama de casa de 58 años, en un camino del pueblo de Navarrete, a unos 65 km de La Habana, en la provincia de Pinar del Rio.

Cientos de familias estaban siendo evacuadas y llevadas a albergues en Pinar del Rí­o. Los campesinos protegieron las cosechas de tabaco y los semilleros. Y los animales fueron puestos a resguardo en lugares altos.

Brigadas médicas se desplazaron a lugares remotos que podrí­an quedar incomunicados y se aceleró la producción de pan y recolección de alimentos para los evacuados.

La Defensa Civil declaró la alarma para los pueblos costeros del norte de Pinar del Rí­o, y alerta en la capital de Cuba y en los municipios del litoral norte de las provincias occidentales de La Habana (rural) y Matanzas, y en la Isla de la Juventud, en el suroeste.

El meteorólogo cubano José Rubiera advirtió que el peligro de la tormenta serán las lluvias y posibles inundaciones costeras, pero en su trayecto por Pinar del Rí­o «seguirá debilitándose para llegar a La Habana posiblemente como depresión tropical» y recorrer la isla por el centro.

En La Habana los temores mayores están en el casco histórico ante el peligro de derrumbe de edificios antiguos y deteriorados, así­ como en barrios periféricos marginales y pueblitos pesqueros.

«Hay que tomar todas las medidas, de evacuación y protección tanto a la población como a los bienes y animales», manifestó el general Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor de la Defensa Civil.

El Ministerio del Transporte suspendió el transporte marí­timo de pasajeros entre los puertos de Batabanó, Gerona y Cayo Largo del Sur, en el occidente, así­ como el servicio de autobuses hacia y desde Pinar del Rí­o.

Cuba, que salió bien librada de la temporada ciclónica de 2009, aún no se recupera de las pérdidas por 10.000 millones de dólares causadas en 2008 por tres huracanes, que agravaron la situación económica del paí­s, afectada por la baja productividad, ineficiencia, burocracia y corrupción, y la crisis internacional.

Paula alcanzó su mayor fuerza en categorí­a 2 de 5 en la escala Saffir-Simpson, cerca de la Pení­nsula de Yucatán en México, de donde se alejó el miércoles sin causar ví­ctimas ni daños, sólo lluvias moderadas.