El parlamento húngaro aprobó hoy la nacionalización de la empresa MAL, propietaria de la fábrica de aluminio que originó el vertido de lodo tóxico que afecta al país desde hace ocho días, y que causó ocho muertos y el mayor desastre ecológico de la historia de Hungría.
En un proceso relámpago, el parlamento adoptó esta medida con 336 votos a favor, 1 en contra y 13 abstenciones.
Posteriormente, el presidente Pal Schmitt firmó la nueva ley y esta fue publicada en el diario oficial, condiciones previas para su aplicación inmediata.
El gobierno nombró como nuevo director de MAL al jefe nacional de los Servicios de Lucha contra las Catástrofes, Gyorgy Bakondi, quien reportará «directamente al primer ministro y trabajará bajo su dirección durante un periodo de dos años», según el diario oficial.
«Todas las oficinas y locales de MAL están custodiados por la policía y hemos tomado el control del sistema informático», explicó el nuevo director general en rueda de prensa celebrada en Budapest.
Bakondi estimó que la fábrica podrá reanudar su actividad «a finales de esta semana».
La planta, la mayor de la región, cuenta con 1.100 empleados.
El pasado 4 de octubre, un vertido de unos 700.000 metros cúbicos de lodo rojo tóxico procedente de un depósito fisurado de la fábrica de aluminio de Ajka se extendió a varios pueblos de los alrededores.
El accidente provocó hasta el momento ocho muertos y 150 heridos, así como el mayor desastre ecológico de la historia del país.
Aunque las causas del accidente aún no fueron esclarecidas, la empresa MAL fue responsabilizada del mismo por varios miembros del Gobierno, que la acusaron de haber sobrecargado los depósitos de reserva.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Zoltan Illes, aseguró que la empresa podría enfrentarse a una multa de 73 millones de euros (unos 100 millones de USD).
La sociedad negó estas acusaciones.
La policía detuvo el lunes al director general de MAL, Zoltan Bakonyi, arresto que fue anunciado por el primer ministro Viktor Orban ante el parlamento.
En una visita a Pecs (sur), el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, expresó su «simpatía» hacia Hungría y, tras reunirse Orban, anunció el envío de más especialistas de la UE para ayudar a Hungría a luchar contra los efectos de la contaminación.
Estos especialistas sobrevolaron este martes los principales lugares afectados y tomaron muestras del suelo para conocer hasta qué profundidad llega el lodo, constató un fotógrafo de la AFP.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció también el envío este martes de una misión de expertos con el fin de evaluar el impacto del vertido en la salud de los afectados.
La contaminación destruyó los ecosistemas de los ríos Torna y Marcal, antes de llegar al Danubio, el segundo río más largo de Europa.
A última hora de este martes finalizará la construcción de un dique gigante con el fin de proteger de nuevos vertidos a la población de Kolontar, el más afectado por la catástrofe, según las autoridades.
Los habitantes de la localidad, evacuados urgentemente el sábado ante el riesgo de nuevas inundaciones, podrán volver a sus hogares el viernes.