La fiscalía especial para la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala acusó por el delito de asesinato a Estuardo y Francisco Valdés Paiz, sindicados de ser los autores intelectuales del asesinato de Rodrigo Rosenberg.
Días antes que se venciera el plazo para la acusación, la CICIG logró imputar a los empresarios el delito de asesinato y cambió el de homicidio en grado de tentativa, ya que estos sí tuvieron participación en la planificación del crimen.