Japón y Corea del Norte iniciaron hoy en la capital vietnamita de Hanoi discusiones bilaterales, las primeras desde hace más de un año, para desencallar la crisis de los japoneses secuestrados por espías de Pyongyang, que permitiría una normalización diplomática.
Durante las negociaciones preliminares, el martes, las dos delegaciones decidieron dedicar la primera jornada del miércoles a la cuestión de los secuestros.
El representante de la delegación norcoreana, Song Il ho, declaró, tras una cena el martes con su homólogo nipón, Koichi Haraguchi, que está dispuesto a «discusiones francas».
Por su parte, Haraguchi dijo que los norcoreanos están preparados a «negociaciones significativas».
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, advirtió sin embargo que Tokio no transigirá sobre el contencioso de los ciudadanos de este país raptados entre los años 1970-80.
«No cambiaremos de discurso a menos que los norcoreanos cambien. Es el momento de dejarlo claro. Nunca cederemos en este tema», prometió Abe ante el Parlamento.
Este primer cara a cara entre Tokio y Pyongyang desde hace 13 meses se inscribe en el modesto cuadro de un grupo de trabajo establecido tras el acuerdo multilateral para solucionar la crisis nuclear norcoreana, firmado el 13 de febrero en Pekín.
Las autoridades de Corea del Norte reconocen haber capturado a 13 japoneses durante la Guerra Fría para que formaran agentes secretos norcoreanos en la lengua y cultura niponas. Tras haber dejado en libertad a cinco de ellos el año 2002, Pyongyang asegura que los otros han muerto y da el tema por cerrado.
Aunque, ante la ausencia de pruebas convincentes, las familias de los secuestrados, apoyados por el gobierno japonés, siguen pensando que sus hijos o padres están con vida.