Intentan poner en marcha juicio por genocidio


Justicia. Michelle Lee y Sean Visoth ofrecieron una conferencia de prensa en donde anunciaron los esfuerzos para iniciar un juicio por genocidio.

Jueces camboyanos y extranjeros iniciaron hoy una reunión crucial para intentar poner en marcha el tribunal encargado de juzgar a los antiguos responsables del régimen ultramaoí­sta de los jemeres rojos por el genocidio cometido hace 30 años.


Se trata de la tercera vez desde noviembre que los jueces se reúnen en Phnom Penh para intentar adoptar el proyecto de reglamento interior de las Cámaras Extraordinarias dentro de los Tribunales Camboyanos, sin las cuales no es posible llevar a cabo el proceso.

En enero «ustedes consiguieron progresos sustanciales en un cierto número de temas» y «estas últimas semanas se realizaron avances», declararon Sean Visoth y Michelle Lee, coadministradores del tribunal en la apertura de la reunión de un comité restringido de jueces.

«Mantenemos la esperanza de que el trabajo se termine durante esta reunión», prevista hasta el 16 de marzo, añadieron los coadministradores.

El tribunal se creó hace ocho meses, pero ante la ausencia de reglamento interior, todaví­a no es operativo.

El objetivo de la reunión de este miércoles es compatibilizar el debilitado sistema judicial de Camboya con las normas internacionales, lo que ha retrasado el proceso durante años.

Si se llega a un acuerdo, se convocará una asamblea plenaria de los 29 magistrados (15 camboyanos y 14 extranjeros) en abril y los procedimientos de instrucción podrí­an lanzarse en mayo con el objetivo de celebrar una primera audiencia a comienzos de 2008, según los miembros del tribunal.

Pero si «se vuelve a fracasar, serí­a probablemente la muerte del tribunal», con una eventual retirada en bloque de los magistrados internacionales, declaró recientemente a la AFP el juez de instrucción francés, Marcel Lemonde.

Entre los desacuerdos entre jueces internacionales y nacionales figura el papel de los abogados extranjeros.

Unos dos millones de personas murieron entre 1975 y 1979 bajo el régimen de los jemeres rojos, que implantó un reino de terror sin precedentes en Camboya vaciando las ciudades en favor del campo, imponiendo el trabajo forzado y eliminando sistemáticamente a cualquier opositor.

Las heridas de esta tragedia que acabó con toda una generación no se han cerrado y ha hecho falta toda una década antes de que la ONU y el nuevo gobierno camboyano se pusieran de acuerdo para crear el tribunal.

Varios miembros del gobierno camboyano son ex comandantes Jemeres Rojos y algunas ONG denunciaron «presiones» e «injerencias» que contribuyen a que el proceso se prolongue.

El lí­der de los Jemeres Rojos, Pol Pot, murió en 1998 y por ahora sólo el responsable Kang Kek Ieu, alias Douch, está detenido.

Otros ex altos responsables, ya ancianos, viven libremente en Camboya y la muerte del comandante Ta Mok, apodado «el carnicero», en julio de 2006, cuando los magistrados del tribunal prestaban juramento, hizo aumentar el temor de otros fallecimientos antes de que la justicia se pronuncie.

2 millones de personas aproximadamente murieron entre los años 1975 y 1979 bajo el régimen de los jemeres rojos.