España lucha para que el flamenco sea Patrimonio Inmaterial


España quiere que el flamenco sea patrimonio de la humanidad. FOTO LA HORA: ARCHIVO

El arte flamenco volverá a intentar este año formar parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO, con una nueva candidatura que apoyan las autoridades españolas y que fue presentada ayer en Madrid con un concierto del guitarrista Paco de Lucí­a.


Después de una primera candidatura hace cinco años, la embajada española ante la UNESCO volvió a presentar hace un año la candidatura del flamenco y actualmente está en campaña ante la reunión de un comité intergubernamental de noviembre en Nairobi que decidirá al respecto.

Este lunes la ministra española de Cultura, Angeles González-Sinde, apoyó la candidatura presentada por el gobierno regional de Andalucí­a (sur), tierra origen del flamenco, al que se unieron los de las regiones de Extremadura (suroeste) y Murcia (sureste).

La declaración de Patrimonio de la UNESCO «es un compromiso de un gobierno y de un paí­s de que se va a preservar el flamenco»: «Mucha gente conoce el flamenco, pero mucha más lo va a conocer con ese reconocimiento», aseguró la ministra.

Ser Patrimonio de la Humanidad es «una obviedad» para el flamenco, que sin embargo «necesita el reconocimiento del sello cultural más importante del mundo», dijo por su parte el presidente de la Junta de Andalucí­a, José Antonio Griñán.

El gobierno andaluz ha lanzado la campaña «Flamenco soy», en la que personalidades y amigos del flamenco piden en varios anuncios publicitarios apoyos a esta candidatura.

Y cualquiera puede respaldarla dejando su firma en la página web www.flamencopatrimoniodelahumanidad.es.

Entrar en el Patrimonio de la Humanidad también será para el cante, el baile y la música flamencos «una reparación», ya que aunque «lleva mucho tiempo siendo un lenguaje universal (…) ha sido desdeñado por la mayor parte de los mandarinatos españoles» por haber «nacido en el lumpen», estimó por su parte el poeta y flamencólogo Félix Grande.

El presidente de Andalucí­a recordó por su parte que el estatuto de autonomí­a de esa región, que lista las responsabilidades de sus instituciones, incluye la investigación, promoción y preservación de este arte.

El flamenco es «un arte, una cultura, un sentimiento», según Griñán, «equiparable a otras músicas de raí­z como el jazz o el tango».

Este último fue declarado el año pasado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a iniciativa de Argentina y Uruguay.

El flamenco «tiene valores esenciales para la propia vida: sale de los sentimientos para clavarse directamente en el corazón, es un lenguaje universal, es la expresión de un pueblo tanto en los momentos más tristes como en los más alegres y no entiende de fronteras», explicó la bailaora Sara Baras.

La candidatura cuenta con el apoyo de «más de dos millones de andaluces» y 18.000 personas de 40 paí­ses también han firmado su respaldo.

La campaña de apoyo al flamenco como Patrimonio de la UNESCO continuará el 8 de octubre en Parí­s, con un concierto en la alcaldí­a.

El candombe, el Carnaval de negros y blancos y de las procesiones de Semana Santa de Popayán y el silbo gomero son también Patrimonio Inmaterial de la UNESCO.