La CONCACAF reaccionó rápidamente luego que su Presidente interino intentó destituir ayer al secretario general Chuck Blazer y dijo que el titular provisional carece de facultades para tomar ese tipo de decisiones.
Según los estatutos, el Comité Ejecutivo es el único organismo con jurisdicción sobre el puesto de Blazer, dijo la confederación, que representa al norte y centro de América y al Caribe.
No sólo el Comité Ejecutivo no ha tomado una decisión sobre Blazer, sino que la mayoría de sus integrantes han dicho que el presidente interino Lisle Austin carecía de la facultad de cesar a Blazer, dijo el comunicado difundido en el sitio web de la CONCACAF.
Blazer acusó al veterano presidente de la CONCACAF, el trinidense Jack Warner, y al qatarí Mohamed bin Hammam de intentar comprar votos en el Caribe para la elección de presidente de la FIFA del miércoles. Warner y bin Hammam están suspendidos provisionalmente mientras se investiga el caso.
La CONCACAF desautorizó así la decisión de Austin sobre Blazer, quien también forma parte del comité ejecutivo de la FIFA. Austin había anunciado la destitución menos de una hora antes, al decir que la conducta de Blazer era «inexcusable y una falta grave del deber y de sensatez» que le impedía seguir en su cargo.
Una persona que contestó el teléfono en el cuarto de hotel de Blazer la madrugada del miércoles en Zurich dijo que éste se encontraba «atendiendo asuntos» y no podía pronunciarse sobre el tema.
Más temprano el martes, Blazer aseguró a la AP que denunció a Warner ante el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, porque presuntamente violó su suspensión de toda actividad relacionada con el fútbol.
Warner había exhortado el martes a los dirigentes del fútbol caribeño a que voten por Joseph Blatter el miércoles.