El mandatario venezolano Hugo Chávez viajará este fin de semana a Argentina y Bolivia en una gira con marcado tinte político, en la cual participará en Buenos Aires en un acto convocado por grupos sociales que apoyan su revolución bolivariana, en coincidencia con la visita de George W. Bush a la región.
La visita de Chávez coincidirá con la cuarta gira del presidente de Estados Unidos a Latinoamérica.
«Están preparando algo grande en Buenos Aires, desde aquí saludo a las Madres de Mayo y al presidente Néstor Kichner; están preparando un acto grandísimo, allí estaremos», dijo Chávez el martes en su programa radial Aló Presidente.
Además del acto masivo en Buenos Aires, Chávez firmará un convenio integral para ganadería y agricultura.
Chávez recordó que la primera vez que estuvo cerca de Bush fue en la cumbre de Mar del Plata. «Me pasó cerca y dejó un azufre del bueno; en Mar del Plata enterramos el ALCA en frente del mismísimo diablo», dijo repitiendo sus expresiones lanzadas contra Bush en la sede de la ONU en septiembre de 2006.
El líder venezolano, que se considera heredero ideológico de Fidel Castro, estará en Argentina el viernes y en Bolivia el sábado.
El acto, en el cual Chávez será el único orador, se desarrollará mientras Bush se encuentre en Brasil, mientras que en Venezuela se organizan otros actos de repudio a la visita del mandatario estadounidense a Latinoamérica.
«Â¿Por qué no dejas de gastar 600 mil millones de dólares y diriges esos recursos a un fondo humanitario internacional, pero sin pedir nada a cambio, sino para ayudar a los pueblos pobres?», preguntó Chávez a Bush en su programa radial.
«Te reto a que lo hagas así como nosotros modestamente lo estamos haciendo, destinando recursos para ayudar a pueblos hermanos (…)», dijo el mandatario venezolano aludiendo a sus programas de ayuda y cooperación con Cuba, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Argentina.
El sábado, Chávez debe acudir junto con el presidente Evo Morales al departamento Beni, una de las regiones más azotadas por las inundaciones que han dejado en Bolivia miles de damnificados y decenas de muertos.
Desde que comenzaron los desastres en Bolivia, Venezuela ha entregado donaciones por unos 15 millones de dólares, además de dos helicópteros de salvamento.
Venezuela y Bolivia, que desarrollan una importante alianza, son los dos países de la región peor evaluados por Estados Unidos desde el punto de vista de los riesgos para la democracia.
Para el politólogo venezolano Carlos Romero, la coincidencia de las dos giras origina suspicacias pues, «para bien o para mal, Chávez y Bush se han convertido en polos opuestos sobre cómo debe desarrollarse Latinoamérica».
«Bush propugna la democracia liberal y la apertura de mercados mientras que Chávez propicia la democracia participativa y el socialismo del siglo XXI. Ese debate no es bien recibido por los demás presidentes, que prefieren mantenerse en una zona gris sin tener que optar por uno u otro», señaló Romero.
«El evento previsto el viernes en Buenos Aires afecta al presidente Néstor Kirchner, porque en Argentina hay un debate interno sobre los alcances de la alianza con Chávez, y además algunos de los convocantes son organizaciones radicales que tienen diferencias con el gobierno argentino», refirió.
Para Romero, el fuerte tinte político de esta gira, justo cuando Bush se encuentra en la región, «pone contra la pared a los demás presidentes latinoamericanos, que no quieren caer en esa polarización».
Uno de ellos sería el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, quien desde ya ha aclarado que con Bush quiere conversar sobre los biocombustibles que produce su país y de comercio, pero no sobre Venezuela.
«Yo respeto la soberanía de cada país. Creo que no hay espacio para que discutamos problemas de otros países», dijo Lula.
Sin embargo, el tema de los biocombustibles es delicado de cara a la relación con Venezuela, importante productor de hidrocarburos que vende a Estados Unidos 1,5 millones de barriles diarios de petróleo, la mitad de sus exportaciones.
Funcionarios estadounidenses han sugerido que los combustibles alternativos como el etanol que produce Brasil podrían ayudar a Estados Unidos a «independizarse» de las exportaciones petroleras de países como Venezuela e Irán.
Ante esas versiones, el propio Chávez reaccionó y afirmó que «lo que Estados Unidos pretende es imposible».