Rousseff marcha hacia una sólida victoria


La candidata oficialista brasileña Dilma Rousseff, lí­der absoluta en las encuestas, se encamina hacia una sólida victoria en las presidenciales del 3 de octubre, impulsada por la popularidad récord del mandatario saliente Luiz Inacio Lula da Silva.


Todos los sondeos atribuyen a Rousseff, ex jefa de gabinete de Lula, una ventaja de entre 24 y 27 puntos porcentuales en intención de voto sobre el opositor José Serra, un socialdemócrata ex gobernador de Sao Paulo.

La diferencia le darí­a el triunfo sin necesidad de segunda vuelta a la delfina de Lula, según las encuestas, que indicaron que los escándalos que rodearon la renuncia de su sucesora en la jefatura de gabinete esta semana no hicieron mella en su favoritismo.

La oposición intentó ligar la caí­da de la ministra Erenice Guerra –en medio de un escándalo por denuncias de tráfico de inflcuencias– con la figura de Rousseff, dado que fue una de sus principales asesoras.

Pero lejos de verse erosionada, la popularidad de Rousseff creció y Serra volvió a deslizarse cuesta abajo.

Una semana antes, otra denuncia sobre violación del secreto impositivo de familiares y allegados a Serra a manos de militantes del oficialista Partido de los Trabajadores de Rousseff también amenazó con convertirse en una tormenta, pero terminó siendo una brisa que ya pocos recuerdan.

Antes de estos episodios, el instituto Ibope atribuí­a a Rousseff un favoritismo de 51% de las intenciones de voto contra 27% para Serra. El instituto Sensus indicaba 46% a 28%, mientras DataFolha mostraba una ventaja de 50% a 28% a favor de Rousseff.

Después de la caí­da de Guerra, Ibope detectó que Rousseff permaneció en 51% pero Serra cayó 2 puntos, a 25%. Según Sensus, Rousseff creció de 46% a 50% mientras Serra se desplomó a 26%. DataFolha, en cambio, apuntó que Rousseff pasó de 50% a 51% al tiempo que Serra cayó de 28% a 25%.

El jueves, el instituto Vox Populi atribuí­a a Rousseff una ventaja sobre Serra de nada menos que 27 puntos: 51% para la aspirante oficialista contra 24% para el lí­der opositor.

En cambio, quien capitalizó los votos perdidos por Serra no fue Rousseff sino la ex ministra de Medio Ambiente y candidata del Partido Verde, Marina Silva, quien salió de su plataforma de 8% y podrí­a llegar a 11% de los sufragios.

En todo caso, no parece haber condiciones para forzar una segunda vuelta electoral.

El analista polí­tico André Pereira César, de la consultora CAC, dijo a la AFP que «parece difí­cil que haya un segundo turno. Marina Silva ha crecido marginalmente, con votos de indecisos y de personas insatisfechas con la campaña de Serra. Pero Rousseff parece no perder terreno».

El sociólogo Marcos Coimbra, presidente del instituto de sondeos Vox Populi (que atribuye a Rousseff una ventaja de 53% contra 22% sobre su rival inmediato), publicó un artí­culo criticando lo que denominó la «escandalización inútil» de la campaña, y sostuvo que las denuncias no tuvieron impacto en las intenciones de voto.

Unos 135 millones de brasileños están habilitados para votar el próximo domingo, en las elecciones que marcarán el fin del ciclo de ocho años de Luiz Inácio Lula da Silva, que llega a los últimos meses de su gestión con una popularidad récord superior a 80%.