Cientos de toneladas de basura invadían este viernes nuevamente las calles de Nápoles, en el sur de Italia, un día después de los enfrentamientos entre manifestantes por la apertura de un vertedero, constató la AFP.
El problema actual de la basura, que en 2007 alcanzó niveles dramáticos, se originó en la protesta de los empleados de las empresas de recolección de desechos, que temen la pérdida de 400 puestos de trabajo.
Junto a los empleados se manifestaron también los habitantes de Terzignano, a unos 20 kilómetros al sudeste de Nápoles, donde se encuentra uno de los mayores vertederos de la región y donde se estudia la apertura de otro por la saturación del primero.
«Más de 2.000 personas impedían el acceso de los camiones y luego la situación se degeneró por lo que la policía empleó gases lacrimógenos contra los manifestantes, los cuales respondieron lanzando piedras», relató un fotógrafo de la AFP.
Un oficial de la policía resultó herido en los enfrentamientos, según informaron fuentes locales.
Nápoles está desde hace 16 años en «estado de emergencia de residuos» por la falta de incineradores y lugares para descargarlos, así como por la falta de selección previa de los desechos, lo que ha agravado el problema de la basura en la región.
Muchos sospechan también que la mafia napolitana se infiltró en el jugoso mercado del procesamiento de desechos.
En marzo pasado, la Corte de Justicia de la Unión Europea exigió a Italia que modernice la red de tratamiento de basuras en la región de Nápoles con el fin de proteger la salud de sus habitantes así como el medio ambiente.