La polémica provocada en Egipto por un documental que acusa a un ministro israelí de eliminar a soldados egipcios durante la guerra israelo-árabe de 1967 puede convertirse en incidente diplomático entre Israel y Egipto.
El ministro israelí de Infraestructuras, Binyamin Ben Eliezer, acusado por la presunta eliminación de presos egipcios durante esa guerra, aplazó una visita prevista el jueves a El Cairo, según su despacho.
«Tras informaciones infundadas publicadas en Egipto sobre este asunto y el ambiente actual, que no es propicio, ambas partes convinieron aplazar a una fecha posterior la visita de Ben Eliezer prevista el jueves», declaró Moshé Ronen, consejero de prensa del ministro.
Ben Eliezer preveía abordar en esta visita cuestiones relativas a la importación de gas natural por parte de Israel, indicó.
El ministro negó formalmente que los prisioneros de guerra egipcios fueran eliminados por una unidad que dirigía él mismo durante la guerra israelo-árabe de junio de 1967, en un comunicado facilitado ayer.
El comunicado de Ben Eliezer se produce tras la difusión la semana pasada en la televisión pública israelí de un documental sobre esta unidad, el comando Shaked, según el cual 250 prisioneros de guerra egipcios fueron liquidados por esta unidad al final de los combates, en el sector de El Arich, en la península del Sinaí.
El asunto es polémico en Egipto, primer país árabe que firmó un tratado de paz con Israel en 1979.
Los soldados muertos «pertenecían a un batallón de ’Fedayines’ palestinos que operaban desde la franja de Gaza contra Israel», según el ministro, que subrayó que no fueron eliminados, sino que murieron en combate.
Ben Eliezer, que fue general de reserva y ministro de Defensa, dirigió el comando Shaked de 1967 a 1970.
Egipto pidió ayer a Israel una aclaración de este asunto, que es objeto de debate en el parlamento.
Por otro lado, el ministro egipcio de Relaciones Exteriores convocó ayer al embajador de Israel en Egipto, Shalom Cohen, para comunicarle su «profunda condena» del asunto relatado en el documental.
El ministro egipcio subrayó «la necesidad de abrir una investigación a la luz de las nuevas informaciones y declaraciones de testigos contenidas en este documental, y de llevar a los acusados ante los tribunales».
«El asunto está tomando la dimensión de un importante incidente diplomático», indicó un alto responsable israelí que pidió el anonimato.
«Las relaciones entre ambos países están comprometidas», añadió.
En 1995, el primer ministro israelí, Yitzhak Rabin, reconoció la responsabilidad de su país en el asesinato de prisioneros de guerra egipcios durante un encuentro con el presidente egipcio, Hosni Mubarak.