Nueve civiles, entre ellos dos niños, murieron en un ataque aéreo de la coalición dirigida por Estados Unidos cerca de Kabul, según fuentes afganas, mientras que los soldados estadounidenses ya se encuentran en el punto de mira por la muerte de otros diez civiles.
La coalición confirmó hoy haber efectuado ayer un «ataque aéreo» en la provincia de Kapisa, a 70 km al noreste de Kabul, pero afirmó no tener ninguna información por el momento acerca del número de víctimas.
Sin embargo, el vicegobernador provincial Sayed Daud Hashimi aseguró que nueve afganos, entre ellos cinco mujeres y tres niños, perdieron la vida en este bombardeo atribuido a la OTAN en el distrito de Nijrab, después de que la base de un equipo de reconstrucción fuera blanco de un ataque con cohetes.
Este balance no pudo ser verificado hasta ahora por ninguna fuente independiente.
Interrogada, una portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), bajo mando de la OTAN, aseguró estar «al corriente de este incidente» pero afirmó que sus tropas «no estuvieron implicadas».
El ministerio del Interior indicó por su parte que se había abierto una investigación, pero no pudo confirmar el número de víctimas.
Un responsable afgano de ese departamento explicó bajo el anonimato que las «víctimas eran aparentemente los padres de un insurgente que había disparado un cohete desde su casa».
El distrito de Nijrab se encuentra cerca del valle de Tagab, una región conflictiva donde operan partidarios del jefe islamista huido Gulbuddin Hekmatyar.
Este incidente intervino horas después de que soldados estadounidenses abrieran fuego contra civiles, tras ser blanco de un ataque suicida contra su convoy en la región de Jalalabad, en el este de Afganistán.
Los soldados aseguraron haberse limitado a responder a los disparos con armas automáticas de los insurgentes que les atacaron justo después del atentado.
Diez civiles perecieron en este suceso «firmemente condenado» por el presidente afgano, Hamid Karzai.
El presidente ordenó la apertura de una investigación sobre este incidente, que provocó la ira de los afganos que se manifestaron ayer en el lugar del ataque y profirieron gritos de «Muerte a Estados Unidos» y «Muerte a Karzai».
Varios responsables del ministerio afgano del Interior y de la coalición se desplazaron hoy sobre el terreno para esclarecer los hechos.
«Por el momento, no sabemos si los civiles murieron por disparos de la coalición o de la insurgencia», explicó el portavoz del ministerio, Zemarai Bashary.
Numerosos civiles perdieron la vida en los últimos meses a manos de las fuerzas extranjeras, que suelen escudarse en la legítima defensa.
Según la organización Human Rights Watch, más de un millar de civiles fallecieron el año pasado en este tipo de violencia.
La ISAF acusa por su parte a los talibanes, expulsados del poder en 2001 pero con una gran influencia en el sur del país, de utilizar a los civiles como escudos humanos.