Los principales países que producen el 80% de las emisiones de carbono responsables del calentamiento global intentarán reanudar las estancadas negociaciones sobre clima esta semana en Nueva York, aunque los analistas esperan pocos avances.
El Foro de las principales economías sobre Energía y Clima inicia hoy y contará con la presencia de altas autoridades gubernamentales, incluyendo el enviado especial estadounidense para cambio climático, Todd Stern.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, impulsó las reuniones para facilitar las conversaciones sobre clima tras la decepción causada por los pocos resultados que arrojó la conferencia de Copenhague al año pasado.
La conferencia sobre clima este año está prevista en Cancún, México.
«No creo que nadie espere algún anuncio importante», señaló Michael Levi, analista del Consejo sobre Relaciones Exteriores.
«Es un encuentro de trabajo. Muchos protagonistas están en el mismo lugar y el mismo momento» durante la Asamblea General de la ONU, dijo a la AFP.
Por su parte, el ecologista Bill McKibben, cofundador del grupo defensor del medio ambiente 350.org, dijo que el fracaso del Congreso estadounidense en aprobar una ley para combatir el calentamiento global hacía «muy difícil» que se llegara a un acuerdo importante en Cancún.
«Pienso que los próximos dos años serán decepcionantes en términos de acciones y que tendremos que usar este tiempo para construir un movimiento poderoso para obtener actos reales la próxima vez que se abra una brecha política», declaró.
Levi señaló que los enviados intentarían sobre todo definir cuáles son los problemas, sabiendo que la cumbre en Cancún terminaría en un punto muerto.
En junio, la Cámara de Representantes estadounidense aprobó un proyecto de ley que impone límites a las emisiones de carbono y permite la comercialización de bonos de emisión de carbono.
El Senado tiene ahora que ofrecer una legislación acorde, pese a la oposición de demócratas y republicanos oriundos de estados que dependen de la industria del carbón y de hidrocarburos.
«Un cambio real contradice el modelo de negocio de la industria de combustibles fósiles», afirma McKibben, advirtiendo que la industria es demasiado poderosa como para permitir que el Congreso apoye la disminución de emisión de gases de efecto invernadero.
En cambio, McKibben insta a una mayor acción global para crear un «movimiento masivo» que respalde la reducción de estas emisiones.
Ministros de medio ambiente de 45 países tienen previsto reunirse también en Ginebra en setiembre, invitados por los gobiernos de México y Suiza.
Y negociadores de los 194 países signatarios de la Convención de la ONU sobre cambio climático se están por reunir en octubre en Tianjin, China, para una ronda final de conversaciones preparatorias.
Representantes de Australia, Brasil, Gran Bretaña, Canadá, China, la Unión Europea, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Sudáfrica, Corea del Sur y Estados Unidos participarán de las negociaciones esta semana en Nueva York.