Talibanes multiplican secuestros


Los talibanes secuestraron hoy a 19 personas vinculadas a las legislativas afganas -entre ellas un candidato- poniendo en práctica su amenaza de atentar contra esos comicios que se realizarán el sábado, con las fuerzas de seguridad en estado de alerta máxima.


Los islamistas, alzados en armas desde fines de 2001, cuando fueron expulsados del poder por una coalición internacional liderada por Estados Unidos, reivindicaron el secuestro de Abdul Rahman Hayat, candidato de la provincia de Lagman, y fueron responsabilizados por un funcionario electoral de los otros 18 plagios.

«Hemos secuestrado a Hayat», dijo en un mensaje de texto enviado a un reportero de la AFP el portavoz de los talibanes, Zabihulah Mujahid.

Otras 18 personas fueron secuestradas la madrugada de hoy en el distrito de Muqur, de la provincia de Badghis (noroeste). Se trata de 10 partidarios de un candidato y de ocho funcionarios de la comisión electoral, indicó el jefe de ese organismo en Badghis, Abdul Rahman Muhabat, quien imputó el hecho a los talibanes.

El gobernador del distrito, Mohamad Shah Hanzala, confirmó el hecho e indicó que los 18 secuestrados habí­an sido conducidos al distrito de Mala Murghab, controlado por los islamistas, en la misma provincia.

Los talibanes amenazaron con atentar contra centros de voto y contra funcionarios electorales y miembros de las fuerzas de seguridad, y uno de sus portavoces advirtió a quienes quisiesen emitir su voto sobre los riesgos que corrí­an.

El presidente Hamid Karzai, llamó en cambio este viernes a todos los afganos a ir a votar.

«Tengo la esperanza de que nuestro pueblo, en todos los parajes del paí­s, en todas las ciudades y en todas las provincias, acuda a los centros electorales para votar por sus candidatos preferidos y para que su voto conduzca a una mayor estabilidad del paí­s», declaró.

La campaña electoral fue paralela a la de intimidación. Al menos tres candidatos fueron asesinados en las últimas semanas y decenas de ataques fueron cometidos contra simpatizantes de diversas corrientes polí­ticas.

Más de 2.500 candidatos se disputan los 249 escaños de la Wolesi Jirga, Cámara Baja del Parlamento, en las segundas elecciones legislativas por sufragio universal que se celebran desde la caí­da de los talibanes a fines de 2001.

Están convocados a votar más de 10,5 millones de empadronados, pero se calcula que un 15% de los centros electorales no abrirá por la falta de seguridad en zonas con intensa actividad insurgente.

Las elecciones se realizan por otra parte bajo sospechas de fraude, que se incrementaron con el decomiso de miles de cartas electorales y de acreditaciones de observadores falsas en Kabul y en las provincias de Ghazni y Ghor.

«Nos hemos incautado de miles de cartas falsificadas, y hubo detenciones», dijo un funcionario de la Dirección Nacional de Seguridad (NDS), un organismo de espionaje, que pidió el anonimato.

Muchos observadores apuestan sin embargo por una elección más transparente que la que el año pasado permitió la reelección del presidente Hamid Karzai, manchada por fraudes masivos que llevaron a la anulación de más de un millón de votos.

«Los comicios no serán perfectos, pero (…) estoy seguro de que se desarrollarán mejor que los del año pasado», dijo Staffan de Mistura, el representante especial de la ONU en Afganistán.

Unos 270.000 observadores afganos e internacionales supervisarán los comicios, en tanto que la seguridad estará a cargo de unos 400.000 soldados extranjeros y afganos, así­ como de la policí­a y agentes de inteligencia afganos.

Esados Unidos y la OTAN tienen desplegados en el paí­s unos 150.000 efectivos, la mayorí­a en el sur.

En 9 años de conflicto, unos 2.000 soldados de las fuerzas internacionales perdieron la vida.

Los resultados oficiales definitivos de los comicios se conocerán el 31 de octubre.