Leyes contradictorias


Rosana Montoya, A-1 397908, rosana.montoya@yahoo.com

Contra el enriquecimiento ilí­cito, se presume que es para fastidiar a los narcotraficantes. ¡Ay, por Dios Santo!, con esa ley ridí­cula, los narcos para nada se van a ver afectados, los que sí­ van a salir perjudicados son los comerciantes, que depositan el capital para importaciones o insumos a fin de mantener vivo el negocio. Los exportadores, que dan trabajo a tantí­simas personas en las cooperativas, se verán limitados en pagar planillas a sus trabajadores.  Lo raro hubiese sido que este descalabrado gobierno hubiese tomado una medida de acuerdo con las circunstancias, sin actuar en detrimento de los beneficios de la iniciativa privada.  Les recuerdo que, de ahí­ mismo salen la mayorí­a de impuestos, para que los despilfarre el Gobierno en el programa de Cohesión Social, con el único fin de proselitismo de la Primera Dama.  Esa ley serí­a ideal que principiara en casa, me refiero en, Casa Presidencial, donde los presupuestos del Ejecutivo están inflados, para que jamás se vea con el cinturón apretado el Presidente.  Es urgente una ley contra mordidas; extorsión disfrazada de peaje, que exige el Gobierno a todas las contrataciones privadas.  Camino del purgatorio, por el que pasan las empresas que atentan trabajar con ellos.  ¿Y que decir de la ley antimaras?  ¿En qué cárceles van a someter a los muchachos?  Por favor, piensen antes de decir disparates, solo para captar votos para las próximas elecciones.  ¿A quién tratan de engañar?  La única solución contra las drogas es la legalización de las mismas.  Los que se tienen que preocupar del destino final de la droga son los habitantes del paí­s.   Ellos son los que tienen el poder adquisitivo para ingerir, inyectarse, absorber, el polvo áureo, la cocaí­na y sus derivados.  Ellos sí­ cuentan con una red de seguro social de salud, para cubrir las deficiencias de sus habitantes, cualquiera que sea.  Entonces que se hagan cargo.  Mi más sentido pésame a los familiares de la matanza de México, en contra de los centroamericanos migrantes.  ¿Quiénes serí­an los asesinos?