«De la necesidad nace la industria», dice el refrán que un vecino del municipio de El Jícaro, El Progreso, puso en práctica al construir y poner a disposición de la población un medio de transporte rápido y económico sobre el río Motagua.
Antonio Marroquín es el creador de la brillante idea, que consiste en la fabricación de una especie de columpio a base de barrotes de hierro soldado y pedazos de madera, que cuelgan de un cable sobre poleas, con el que los habitantes del lugar pueden cruzar el río, luego de que fuera destruido el puente El Palmo, a consecuencia de la tormenta Agatha, hace casi cuatro meses.
Manuel Francisco Catú, uno de los colaboradores de Marroquín, dijo que desde las primeras horas de la mañana hasta bien entrada la noche, según sea la demanda, ofrecen el servicio por donde cruzan alumnos, docentes, empleados, campesinos y comerciantes.
Hace aproximadamente 15 días que pusieron en práctica la idea, señaló el entrevistado, pero hasta hace pocos días los pobladores perdieron el temor y establecieron la diferencia en cuanto a tiempo y dinero, que ahorran al utilizar este mecanismo, que es utilizado por unas 150 personas diariamente.
La profesora Elma Galicia dijo preferir la utilización de este medio para trasladarse de El Jícaro a la comunidad de El Manzanal, donde labora, debido a que ante la inhabilitación del puente se vio en la necesidad de trasladarse en el transporte colectivo, con el que empleaba hora y media para llegar a su destino y gastaba 30 quetzales, mientras que ahora solo gasta 6 quetzales y está en su destino en 15 minutos.
Galicia lamentó que este municipio haya retrocedido varias décadas en su desarrollo con la pérdida del puente, pero destacó que los valores de la unidad y el apoyo mutuo se ponen de manifiesto.